La alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, ha anunciado este domingo su precandidatura para las elecciones presidenciales de 2022, con un mensaje en el que ha prometido "una República descentralizada, más cercana a los ciudadanos", que pase página a un modelo que, a su juicio, "se desintegra".
"Hoy, estoy lista", ha proclamado la política socialista, considerada ya de antemano la candidata de los pesos pesados de su partido. Deberá enfrentarse a unas primarias a finales de mes, pero el respaldo que le han brindado los líderes del partido -antes incluso de hacer oficial el anuncio- dan pie a pocas sorpresas.
El de Hidalgo es un anuncio largamente esperado en Francia, habida cuenta de que ya se daba por sentado que daría el paso para intentar devolver a los socialistas al Elíseo. Su principal aval son los más de siete años que lleva al frente del Ayuntamiento de París, desde donde ha impulsado un cambio de paradigma político que quiere ahora llevar al Elíseo.
Así, ha anunciado que presentará un plan específico en materia de medio ambiente y ha prometido un aumento de los salarios, durante un discurso en Ruan en el que ha abogado por una política basada en el "respeto" y ha lanzado mensajes específicos para las mujeres. No en vano, aspira a ser la primera mujer en ocupar el principal cargo político en Francia.
Hidalgo ha dicho ser "consciente de la gravedad de la situación" y asumir "humildemente" un reto ante al que ha esgrimido sus orígenes españoles, recordando que llegó a Francia con dos años y que procede de una familia de clase trabajadora y origen republicano.
La alcaldesa de París, sin embargo, tiene el reto de remontar en unos sondeos que por ahora siguen dominados por el actual presidente, Emmanuel Macron, y la ultraderechista Marine Le Pen, con Los Republicanos en tercera posición a falta de decidir cuál será su candidato.
El nivel de apoyo para Hidalgo oscila entre el 7 y el 9%, según un sondeo publicado este mes por el periódico Le Figaro, y está por ver también como se configurará el panorama de la izquierda, en el que aspira a buscar su hueco el exministro de Economía Arnaud Montebourg.