El presidente chino, Xi Jinping, pidió a su homólogo estadounidense, Joe Biden, desarrollar relaciones «sanas y estables» durante la reunión virtual que ambos mantuvieron este lunes, hora de Washington (martes por la mañana en Pekín). Xi afirmó que «China y Estados Unidos deben respetarse mutuamente, coexistir en paz, cooperar, gestionar de manera apropiada los asuntos internos y asumir sus responsabilidades internacionales», recoge la agencia estatal de noticias Xinhua.
Según la fuente, Xi le dijo a Biden que está «preparado» para trabajar con él a la hora de «construir consensos» y «dar pasos» para reconducir las relaciones. El mandatario chino incidió en que «China y Estados Unidos están en una etapa crítica de su desarrollo» y en que ambos países tienen la obligación de mantener un orden internacional «pacífico y estable». Asimismo, Xi citó el cambio climático y la lucha contra la pandemia como «desafíos globales» prioritarios en los que cooperar.
Según Xi, que EE. UU. y China trabajen codo con codo es «un deseo compartido por nuestros dos pueblos y por los de todo el mundo y la misión conjunta que tienen los líderes chino y estadounidense». El encuentro virtual llega después de la conversación telefónica que mantuvieron los dos dirigentes el pasado septiembre, en la que Biden y Xi reconocieron su responsabilidad de asegurar que la «competición» entre sus respectivos países «no derive en un conflicto».
Las relaciones entre ambas potencias se deterioraron durante la presidencia de Donald Trump (2017-2021) con rifirrafes en campos como el comercial, el tecnológico, el diplomático, el de seguridad, a cuenta de los derechos humanos y por la situación de Taiwán. En los últimos encuentros entre funcionarios de ambos países, Estados Unidos reiteró a China su inquietud por los derechos humanos en la región de Xinjiang, en Hong Kong, y por la situación en el mar de la China Meridional.
Por su parte, Pekín espera que Washington adopte «políticas racionales y pragmáticas» y que no use «cuestiones relacionadas con la soberanía y la seguridad» para «interferir en los asuntos internos de China».