Decenas de personas han muerto y resultado heridas este viernes en un bombardeo supuestamente perpetrado por la coalición internacional que encabeza Arabia Saudí contra una prisión situada en la provincia yemení de Saada, en el noroeste del país. El jefe de la misión de la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) en Yemen, Ahmed Mahat, ha señalado que un hospital de Saada ha recibido hasta ahora a cerca de 200 heridos y ha agregado que «no puede atender a más pacientes».
La misión de MSF en Yemen ha señalado a través de su cuenta en la red social Twitter que ha donado suministros al centro médico, si bien ha destacado que «sabe que no son suficientes para atender a todas las víctimas», por lo que está intentando enviar más de forma urgente y trasladar a pacientes a otros centros médicos. Mahat ha agregado que hay «muchos cuerpos» en el lugar del bombardeo y que además hay «muchos desaparecidos». «No es posible saber cuántos han muerto. Parece un horrible acto de violencia», ha indicado, sin que la coalición se haya pronunciado hasta el momento.
El jefe del Departamento de Sanidad instaurado por los huthis en la provincia de Saada, Yahya Shayem, ha indicado en declaraciones concedidas a la agencia alemana de noticias DPA que alrededor de 60 personas han muerto y 140 han resultado heridas en el ataque aéreo. Shayem ha indicado que las víctimas son civiles que estaban en la prisión y ha agregado que entre ellos hay migrantes africanos, antes de subrayar que hay muchos desaparecidos.
Por su parte, Save the Children ha apuntado a través de Twitter que «tres niños y más de 60 adultos han muerto y más de cien han resultado heridos en bombardeos en Yemen, si bien se teme que el número real sea más alto». Los huthis habían indicado previamente que al menos tres personas habían muerto y 17 habían resultado heridas en un bombardeo de la coalición contra un edificio de telecomunicaciones en Hodeida (oeste) que ha provocado un corte del servicio de Internet en el país y habían reseñado que la mayoría de las víctimas eran niños.
El enviado especial de Naciones Unidas en Yemen, Hans Grundberg, alertó el jueves de que el recrudecimiento del conflicto en el país interrumpe y pone en peligro las perspectivas de una «solución política integral» para la guerra. Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su preocupación ante los «continuos ataques aéreos» la capital, Saná, Hodeida y otros zonas del país, según ha explicado su portavoz, Stéphane Dujarric, durante su rueda de prensa diaria.
El conflicto ha sufrido un repunte desde 2021 y las tensiones han aumentado a raíz de la muerte de tres personas en un ataque ejecutado esta semana por los huthis contra la capital de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Abú Dhabi, que ha denunciado que fueron usados misiles balísticos y de crucero, además de drones.
La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por una coalición internacional liderada por Arabia Saudí, y a los huthis, respaldados por Irán. Los rebeldes controlan la capital otras zonas del norte y el oeste del país. Los principales combates se centran en estos momentos en la provincia de Marib, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial.