Los países de la Unión Europea empezarán a admitir desde este martes los test rápidos de antígenos como prueba válida para obtener el Certificado europeo de recuperación COVID que acredita que se ha superado recientemente el coronavirus y por tanto puede desplazarse sin restricciones dentro del espacio sin fronteras Schengen. La modificación del reglamento se ha producido mediante acto delegado adoptado este mismo martes por la Comisión Europea y permite ampliar el tipo de pruebas aceptables, ya que hasta ahora sólo era posible conseguir el certificado con el resultado positivo de un test de amplificación de ácidos nucleicos moleculares (TAAN) como la PCR.
Con el fin de garantizar que los test validados cumplir los requisitos de «exactitud y fiabilidad» solo se aceptarán aquellos que figuren en la lista europea de test rápidos para la detección de antígenos y que hayan sido realizados por personal cualificado. El comisario de Justicia, Didier Reynders, ha explicado que esta actualización se da para garantiza que se asegura la libertad de movimiento de los europeos que se vieron afectados por la variante ómicron y también porque la «alta calidad» de los nuevos test así lo permiten.
La comisaria de Salud, Stella Kyriakides, por su parte, ha explicado que los test reconocidos en la lista comunitaria han sido validados por estudios independientes e incluirlos en el Certificado COVID de la UE permitirá «aliviar parte de la presión» que hay sobre los recursos nacionales de cribado tras la ola de ómicron.