Este jueves Rusia inició, por orden de Putin, la entrada de tropas en Kiev. Odessa, la región del Donbass y Chernóbil. La excusa, evitar lo que para Putin ha sido un exterminio de población civil por parte de tropas neonazis durante 8 años. Una masacre silenciada y que ahora ha permitido que la población civil de esa zona pueda huir de los combates de las tropas rusas y permitir que los militares dejen las armas y no se enfrenten a la invasión rusa. Un tour de force que, espero y deseo, sirva para que EEUU y sus aliados en la OTAN dejen de hablar de amenazar la integridad de suelo ruso e intuyan que con Putin no se juega. Sería una guerra donde todos perderíamos y más sabiendo que el presidente ruso merece un respeto que no se ha tenido en cuenta tras las largas conversaciones sin llegar a acuerdo ninguno.
Se han destruido varias bases militares ucranianas y también, con el ataque a la central de Chernóbil, existe el peligro de esparcir elementos radiactivos por el área.
A tan sólo diez km de Polonia se podían escuchar los bombardeos de la aviación rusa y en Rusia no está permitido salir ya del país. Hay escasez de gasolina en Ucrania y se han bloqueado todos los cajeros automáticos para poder sacar dinero de los bancos. La invasión rusa ha sido perpetrada por mar, tierra y aire y los hombres hasta sesenta años han sido llamados a filas. También se ha permitido la posesión de armas a la población civil, incluida la ayuda de reparto de armas por parte de occidente
Es una guerra relámpago que sólo tiene dos soluciones, o la rendición sin ningún tipo de represalias o una vez perpetrada la guerra relámpago, entrarán las tropas de la OTAN como hace décadas hicieron en la antigua Yugoslavia. Cosa que, a mí parecer, sería un grave error por parte de Joe Biden y que nos llevaría a todos directamente a una III Guerra Mundial.
Putin ha pasado, por culpa de los medios de comunicación norteamericanos, a ser la bestia negra en lugar del hombre que consiguió sacar de la ruina económica a la maltrecha Rusia de la era Gorbachov. Stalin fue un criminal peor que Hitler, y el comunismo mal entendido de este sátrapa, mató de hambre a millones de Ucranianos. Esa imagen cruel se limpió gracias a la independencia de Ucrania de Rusia en la era Reagan- Gorbachov tras la caída del muro de Berlín. Ahora, la falta y rotura de los acuerdos realizados en la era Reagan, ha demostrado que la palabra de los gobernantes norteamericanos no tiene ningún valor. En veinte años, Rusia se previno del 'amigo' americano y trabajó en crear una nueva escalada de misiles hipersónicos que llevan esos 20 años de delantera a EEUU, con lo cual, podría, Rusia, eliminar todo el continente americano en tan solo cuatro días.
A este punto hemos llegado, la crisis de los misiles en Cuba en la era Kruschev y Kennedy, comparado con lo de hoy, es un juego de niños. Si, en la era Kennedy estuvimos a un paso de la destrucción total con el uso de armamento nuclear, y hoy estamos más cerca, si ambos gobiernos no atienden a razones, a la destrucción del mundo tal y como lo conocemos.
Nunca se terminó la llamada Guerra Fría, eso es un mito pues Rusia estuvo involucrada siempre en las guerras del imperio norteamericano, tanto en Corea, Vietnam, Afganistán y, últimamente en Siria apoyando a al Asad. Siria sirvió como campo de prueba de armamento nuevo ruso. Ya ha aparecido Javier Bardem ante la embajada rusa en Madrid con familiares ucranianos disidentes y a favor de la OTAN. Curioso, no?
A las cinco de la mañana del jueves se empezó bombardeando el este de Ucrania. Miles de personas huyeron en largas colas de caravanas o refugiándose en el metro de Kiev. Colas en los supermercados intentando hacer acopio de alimentos y dejando desabastecidos los mercados. Más de cien misiles han sido disparados contra las tropas ucranianas y la cifra va aumentando, de 40 soldados muertos y entre ellos muchos civiles, al día de hoy, la cifra resulta dantesca.
Tardaremos en volver a ver a Putin fuera de Rusia bajo posibilidad de ser juzgado por crímenes de lesa majestad. El prestigio de Putin ha sido borrado para siempre menos para los que conocemos en profundidad las causas verdaderas de este conflicto. Aún estamos a tiempo de parar esta escalada bélica que podría ser, como decía Einstein, la última guerra porque la próxima sería con piedras.
Un total de 4.700 ciudadanos rusos hay en España, y están todos conmocionados. Ahora la propaganda hará que todos ellos sean sospechosos simplemente por su origen. Ahora veremos, si esto continua, lo que América hizo durante la II Guerra Mundial, confiscar y encerrar a los japoneses estadounidenses en campos de concentración, al igual hicieron con los alemanes. Ahora sólo faltaría que esta guerra llegara hasta las últimas consecuencias con China invadiendo Taiwán, con lo cual el aumento de esta guerra sería desproporcionada, con la llegada de millones de muertos y un nuevo Orden Mundial y el fin de la supremacía militar norteamericana completamente sometida al poder amarillo y la nueva imagen de un Putin como nuevo zar de Rusia.
Espero y deseo que no lleguemos a ver esto, y podamos todos encender nuestras velas orando por la paz mundial. No nos queda otra o seremos el fracaso del ser humano como civilización.