La supuesta intoxicación del oligarca ruso Roman Abramovich, a inicios de marzo, se debió a un bote de gas que estalló a su paso en Kiev, y no a un envenenamiento, afirman este jueves varios medios turcos. Tanto el diario digital turco Habertürk como la cadena CNNTürk aseguran hoy que los síntomas de quemazón en la piel y los ojos atribuidos a Abramovich fueron causados por un bote de gas que estalló a su lado cuando abandonaba una reunión, aunque no especifican la fuente de información.
El diario estadounidense Wall Street Journal publicó el pasado lunes que Abramóvich sufrió «síntomas de un posible envenenamiento» tras participar en una ronda negociadora entre Rusia y Ucrania en Kiev el 3 de marzo pasado. Abramóvich se desplazó en la primera semana de marzo desde Estambul a Kiev para reunirse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y con el diputado Rustem Umerov. Según la versión que facilitan hoy los medios turcos, al salir del edificio donde se había celebrado la reunión un bote de gas estalló al paso de Abramovich y tres acompañantes suyos, causando síntomas de quemazón y pérdida momentánea de visión, dice el digital Habertürk.
El magnate se hizo llevar inmediatamente en avión a Ankara, donde fue tratado en el hospital central público, aunque se presencia no se hizo pública y el registro de la visita se mantuvo secreto. El diario Habertürk subraya que no se sabe con certeza si el estallido del bote de gas fue fortuito o provocado con la intención de sabotear las negociaciones. Abramóvich participó el martes pasado en las negociaciones entre Moscú y Kiev en Estambul, como miembro de la delegación rusa.