El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha votado en privado para anular el histórico fallo de Roe versus Wade, que reconoció por primera vez el derecho de las mujeres al aborto sin restricciones durante el primer trimestre del embarazo, un precedente legal que se lleva usando en el país desde 1973. En un documento de 98 páginas, escrito por el juez Samuel Alito, la mayoría de miembros del Tribunal Supremo habrían decidido anular el histórico fallo, que establece el derecho constitucional al aborto, lo que podría transformar el panorama de la salud reproductiva de millones de mujeres en Estados Unidos, según un borrador filtrado por 'Politico'.
El juez Alito ha calificado esta decisión como «equivocada» y ha señalado que el contencioso, que ha animado los debates políticos en Estados Unidos durante más de una generación, debe ser decidido por los políticos, y no por los tribunales, según ha explicado la cadena estadounidense CNN. «La conclusión ineludible es que el derecho al aborto no está profundamente arraigado en la historia y las tradiciones de la nación», describe el texto, agregando que «es hora de hacer caso a la Constitución y devolver el tema del aborto a los representantes electos del pueblo», tal y como ha recogido la cadena CNBC. En más de dos docenas de estados conservadores, los legisladores han preparado proyectos de ley que prohibirían o restringirían el aborto si el Supremo decide anula Roe versus Wade, según ha explicado el periódico 'The New York Times'.
Inspirados por la norma de Texas, varios son los estados controlados por los republicanos en los que se han presentado textos de prohibición o restricción del aborto, aunque ha sido el estado de Idaho el primero en darle luz verde tras obtener 51 votos a favor y 14 en contra, por lo que las mujeres no podrán acceder a estos servicios en este estado a partir de la sexta semana de embarazo. Considerada una de las normas más controvertidas y restrictivas ya que fomenta la delación entre los ciudadanos particulares a cambio de una recompensa, la ley de Idaho va más allá y premia con hasta 20.000 dólares --10.000 dólares más que en Texas-- a aquellos familiares de un «bebé no nacido» que denuncien a la clínica o a toda aquella persona o colectivo que ayude a la mujer a abortar. Con esta nueva ley, además, el personal médico que participe en la interrupción de un embarazo en el estado de Idaho podría enfrentarse a una pena de entre dos y cinco años de cárcel si es declarado culpable de un «aborto criminal».
No obstante, a diferencia de la ley de Texas, la norma aprobada en Idaho sí incluye excepciones por violación e incesto. Esta filtración de 'Politico' se produce precisamente cuando el proyecto de ley de Idaho está sobre la mesa del gobernador republicano, Brad Little. La firma está a la espera de la decisión de un tribunal federal de apelaciones con respecto a otra norma similar en Misisipi. Sobre el caso Roe contra Wade, se pronunció el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. «Estoy preocupado por la decisión del Supremo de permitir que S8 (la ley) permanezca en vigor a la luz de las importantes consecuencias que tiene para las mujeres en Texas y en todo el país, y para el estado de derecho», según dijo en su momento en un comunicado de la Casa Blanca. El estado de Texas aprobó la ley en septiembre basándose en el llamado «latido del corazón fetal», que a menudo es antes de que la mujer sepa que está embarazada. No hay una excepción por violación o incesto, aunque existe una excepción por «emergencias médicas».
Reacciones
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, han declarado en un comunicado conjunto que si este informe es exacto, el Tribunal Supremo «está preparado para infligir la mayor restricción de derechos en los últimos cincuenta años, no solo a las mujeres sino a todos los estadounidenses». «Los votos informados de los jueces designados por los republicanos para anular Roe versus Wade se considerarían una abominación, una de las peores y más dañinas decisiones de la historia moderna», han dicho.
Por su parte, la directora ejecutiva de Planned Parenthood Federation of America, Alexis McGill Johnson, ha señalado que esta opinión filtrada «es aterradora y sin precedentes». «Confirma nuestros peores temores: que la Corte Suprema está preparada para acabar con el derecho constitucional al aborto», ha agregado. Tras la decisión, se han registrado protestas frente al edificio del Tribunal Supremo pidiendo la salida de Alito ante una filtración que no tiene precedentes según los estándares de confidencialidad del tribunal superior. Según ha explicado la cadena CNN, hasta que se publique una opinión final, en el mes de junio o julio, Roe versus Wade sigue siendo la ley del país. Los jueces pueden, y lo han hecho en el pasado, cambiar sus votos después de que se distribuyan estos primeros borradores.
Según ha destacado 'Politico', los tres jueces designados por los demócratas, Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan, están trabajando en una o más disidencias, mientras que no está claro el voto del presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, y si se unirá a una opinión ya escrita o redactará la suya propia. Asimismo, según el citado medio, los otros jueces designados por los republicanos habrían votado junto a Alito en la sesión celebrada entre los jueces después de escuchar los argumentos orales el pasado mes de diciembre.