Una isla remota frente a Ucrania ocupada por Rusia el primer día de su invasión se ha convertido, a medida que Kiev intensifica los esfuerzos para recuperarla, en el punto clave de lo que algunos funcionarios y analistas en defensa creen que puede convertirse en una batalla central por el control de la costa occidental del Mar Negro. Ambos países han informado de nuevos combates en torno a la Isla de las Serpientes, que alcanzó fama mundial en las primeras horas del conflicto cuando los guardias fronterizos ucranianos estacionados allí rechazaron la exigencia de un barco de guerra ruso para que se rindieran. Y no era un barco cualquiera.
«Buque de guerra ruso, vete a la mierda» fue la respuesta de uno de los soldados de la guarnición ucraniana, aunque con el paso de las horas el dominio del islote cayó del bando contrario. En la diaria actualización de este miércoles sobre los avances de la guerra, el Ministerio de Defensa del Reino Unido ha afirmado que los combates prosiguen, con Rusia «intentando repetidamente reforzar su guarnición expuesta». La lucha de Ucrania por la Isla, ubicada cerca de su frontera marítima con Rumanía y que cubre solo 0,17 kilómetros cuadrados −algo así como una décima parte de la Conillera, el islote cercano a la Isla de Ibiza− podría decidir si Rusia puede finalmente establecer una base militar allí y, de este modo, ejercer dominio sobre el noroeste del Mar Negro.
La declaración desafiante del guardia fronterizo Roman Hrybov al crucero ruso Moskva se convirtió en un símbolo de la resistencia de Ucrania a la invasión que el líder de Rusia, Vladímir Putin, llamó «operación militar especial». Se reprodujo en carteles, camisetas y sellos en todo el país. Inicialmente reportado muerto, Hrybov y sus compañeros de guardia fueron liberados en un intercambio de prisioneros. El militar fue condecorado por su valentía en su liberación, mientras que el Moskva se hundió posteriormente.
Con la reanudación de las hostilidades cerca de la Isla de las Serpientes, Rusia y Ucrania han realizado afirmaciones contrapuestas sobre la situación. En una entrevista en línea el pasado 9 de mayo, el asesor presidencial ucraniano Oleksy Arestovych dijo que la Isla era un riesgo para Rusia y la calificó de «nueva Chornobaivka», refiriéndose a una base aérea cerca de la ciudad de Kherson ocupada por Rusia, donde las fuerzas ucranianas dicen que han destruido repetidamente a los ocupantes.
El ejército ucraniano ha publicado imágenes de un ataque con aviones no tripulados a un helicóptero de desembarco de tropas en la Isla. Pero en una sesión informativa del 7 de mayo, el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, el mayor general Igor Konashenkov, dijo que las fuerzas rusas habían destruido helicópteros, aviones y drones ucranianos, evitando un intento de retomar la Isla de las Serpientes.
Una publicación de Facebook del 10 de mayo del jefe municipal de Orakhiv, un pueblo en la región ucraniana de Vinnytsia, dijo que un soldado de 34 años del pueblo, Vasyl Ilchuk, murió mientras realizaba «una misión extremadamente difícil» en el área de la Isla de las Serpientes. Arestovych atribuyó la lucha por la Isla a errores tácticos de Rusia, más que a un juego más amplio por el control del Mar Negro. «Es una gran ventaja para nosotros (...) Apoyo al ejército ruso a que mantenga el dominio sobre la Isla de las Serpientes. Y que los golpeemos una y otra vez» enfatizó.