Resulta casi imposible o muy difícil resumir todo lo generado por los más de tres meses de guerra de Rusia en Ucrania en poco más de un minuto. Las palabras se quedan cortas para describir escenas y transcribir testimonios, y siempre una imagen resulta más elocuente. El vídeo que incorpora esta información muestra el avance de las tropas rusas sobre el país vecino a partir del 24 de febrero, y los principales ataques con armamento pesado sobre las capitales ucranianas para brindar una impresión conjunta de lo que están viviendo las personas que ahí resisten.
En un material compartido por un asesor de la principal opositora bielorrusa se muestra cómo avanzaron las tropas rusas. Sus áreas de influencia están coloreadas, y desde ellas se aprecian los movimientos estratégicos y los posteriores repligues, básicamente en tres frentes: al norte para cercar la capital, Kiev, al este para expandir hacia el interior el territorio dominado por las milicias rebeldes del Donbás, y al sur, alrededor de Mariúpol, para con su dominio brindar un paso seguro entre las regiones bajo su control y la prioritaria península de Crimea, anexionada por Rusia en una anterior fase de la tensión regional vivida en 2014.
Llama la atención un dato que expresa esta fuente especializada en la problemática que se vive al este de Europa: buena parte de los misiles que han impactado contra suelo ucraniano han sido lanzados desde Bielorrusia, socio prioritario en esta empresa. Este jueves el presidente Volodímir Zelenski ha asegurado que Rusia ha lanzado más de 2.600 misiles contra Ucrania desde el 24 de febrero, la mayoría contra objetivos civiles como varias empresas, vías férreas, puentes y edificios residenciales. Precisamente, fuentes de la oposición interna a Alexander Lukashenko afirman que unos 1.500 soldados bielorrusos luchan en Ucrania contra la ofensiva decretada por Vladímir Putin.