El Tribunal de lo Penal de Francia ha condenado este miércoles a cadena perpetua a Salah Abdeslam, el único superviviente del grupo de terroristas islamistas que acabó con la vida de 90 personas en los atentados de noviembre de 2015 en la sala Bataclán, en París. De este modo, la Justicia gala ha cumplido con la solicitud de la Fiscalía, que a comienzos de junio pidió aplicar la pena más dura. Tanto Abdeslam como su defensa se opusieron a la propuesta del Ministerio Público, que además tildaron de "pena de muerte social". Después de casi diez meses de alegaciones, el Tribunal de lo Penal francés ha concluido el caso condenando al terrorista islamista por intento de asesinato de un agente de la autoridad y por conspiración para cometer un acto terrorista, según recoge BMF TV.
La Justicia ha incluido en el caso a otros 19 sospechosos, que han recibido condenas que oscilan desde los dos años de prisión hasta la cadena perpetua, si bien Abdeslam ha sido el único sentenciado como "coautor" de los atentados de París y Saint-Denis, sin influir el hecho de que él no llegase a disparar a las víctimas. "Solo podemos señalar que, a pesar de sus lágrimas, impregnado de ideología, se ha mostrado incapaz de expresar remordimiento", ha afirmado la fiscal Camille Hennetier, quien ha apuntado que Abdeslam "está lejos de haber mostrado un abandono de esta servidumbre voluntaria".
Sin embargo, el proceso judicial sí que ha dejado entrever un cambio en la actitud del terrorista, que se presentó en las primeras vistas como "un combatiente de Estado Islámico", y el lunes, cuando concluyó el juicio, aseveró no ser un asesino. "No soy un asesino. Si me condenáis por asesinato, cometeréis una injusticia", dijo Abdeslam, quien se ha limitado a reconocer "errores" en su palabra final ante el Tribunal Penal Especial. La cadena de atentados de 2015, que tuvieron como escenario hasta seis puntos del centro de París, se saldaron con más de 130 muertos, la mayoría de ellos en la sala Bataclán.