Al menos 21 personas han muerto en un ataque ruso con misiles contra el distrito de Bilhorod-Dnistrovsky, en la región ucraniana de Odesa, en el suroeste del país, informó el último balance ofrecido por el servicio de emergencias citado por la agencia local Ukrinform. Según este servicio, en el ataque, que se produjo a las 06.00 hora local (03.00 GMT), resultaron heridas otras 30 personas, incluidos tres niños. Otras siete personas pudieron ser rescatadas de entre los escombros, incluidos otros tres niños. En su página de Facebook, el Servicio de Emergencias ucraniano confirmó el ataque con cohetes que atribuyó al ejército ruso.
Entre las víctimas se encuentran «incluidos tres niños», y otros han sido «rescatados de debajo de los escombros», precisó en su mensaje en las redes. Señaló que «aviones estratégicos rusos que sobrevolaban el Mar Negro lanzaron un ataque con misiles en la región de Odesa». Según la fuente, «un misil impactó en un edificio residencial de nueve plantas y otro en un centro recreativo en el distrito de Bilhorod-Dnistrovsky». Una sección del citado edificio quedó completamente destruida.
La región de Odesa, cuya capital del mismo nombre dispone del único puerto marítimo en Ucrania que los rusos aún no controlan, es fronteriza con Moldavia y Rumanía. Los rusos han limitado hasta ahora sus ataques en esta zona y los han centrado en destruir las infraestructuras que unen a la región con su fronteras europeas. Este ataque se produce un día después de la celebración en Madrid de la Cumbre de la OTAN en la que los aliados afianzaron su apoyo a Ucrania y su rechazo a la invasión que sufre por parte de Moscú, a quien consideran el mayor peligro para Occidente.
Por su parte, el Kremlin ha desmentido este viernes que las fuerzas rusas hayan atacado un edificio residencial en la región de Odesa y ha asegurado que uno de los principios básicos de la «operación especial» en Ucrania, como describen su campaña de invasión del país, consiste en que sus efectivos solo atacan objetivos militares. «Las fuerzas rusas no atacan objetivos ni infraestructura civiles», ha asegurado el portavoz del Gobierno ruso, Dimitri Peskov, parafraseando las palabras del presidente ruso, Vladímir Putin. Los objetivos de las fuerzas rusas en Ucrania, ha asegurado, son los «almacenes de municiones, centros de reparación de equipos militares, y bases de entrenamiento y adiestramiento de combatientes, incluidos mercenarios extranjeros y elementos nacionalistas».
Peskov ha emplazado a los medios de comunicación a ponerse en contacto con el portavoz del Ejército ruso, el general Igor Konashenkov, para recibir más información al respecto, según declaraciones recogidas por la agencia TASS. Ucrania, por su parte, responsabiliza a Rusia del ataque, ocurrido concretamente en la ciudad de Serhiivka y que, según el último balance del Servicio Estatal de Emergencias (SES) del país, ha dejado al menos 21 muertos, entre ellos dos niños, y 38 heridos.