El Estado Mayor ucraniano informó el martes que Rusia efectuó ataques aéreos y de artillería en la región de Zaporiyia, donde los combates cerca de la mayor central nuclear de Europa han hecho temer un incidente nuclear catastrófico. Los ataques se producen en vísperas del Día de la Independencia de Ucrania, que se celebra el miércoles para conmemorar la liberación del régimen soviético, y Kiev ha prohibido las celebraciones públicas alegando la amenaza de más ataques. La embajada de Estados Unidos en Kiev también advirtió en un comunicado de los planes rusos de atacar infraestructuras civiles y gubernamentales en los próximos días.
Cerca de los frentes en el sur del país, Ucrania dijo que Rusia disparó artillería y realizó ataques aéreos en varias ciudades de la región de Zaporiyia, donde el ejército ruso capturó la planta de energía nuclear poco después de invadirla el 24 de febrero. Los disparos de artillería y misiles cerca del complejo del reactor nuclear de Zaporiyia, en la orilla sur del río Dniéper, han llevado a pedir la desmilitarización de la zona. Los ucranianos que viven en las cercanías expresaron su temor de que los proyectiles alcancen uno de los seis reactores de la planta, con consecuencias desastrosas. «Por supuesto, estamos preocupados. (...) Es como estar sentados sobre un barril de pólvora», dijo el lunes Alexander Lifirenko, residente de la cercana ciudad de Energodar.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha advertido de que Moscú podría intentar «algo especialmente feo» en vísperas del 31º aniversario de la independencia, que también marca el medio año de la invasión rusa. Por temor a nuevos ataques con misiles, las autoridades de Kiev prohibieron los actos públicos relacionados con el aniversario de la independencia desde el lunes hasta el jueves. La capital está lejos de las líneas del frente y sólo ha sido alcanzada en contadas ocasiones por misiles rusos desde que Ucrania repelió una ofensiva terrestre para tomar la capital en marzo. En Járkov, una ciudad del noreste que ha sido objeto de frecuentes y mortíferos disparos de artillería y misiles de largo alcance, el alcalde Igor Terejov anunció la ampliación del toque de queda nocturno de las 4 de la tarde a las 7 de la mañana a partir del martes y hasta el jueves.
El temor a los atentados ha aumentado después que el Servicio Federal de Seguridad de Rusia acusara el lunes a agentes ucranianos de matar a Daria Dugina, hija de un ideólogo ultranacionalista ruso, en un atentado con coche bomba cerca de Moscú que el presidente, Vladímir Putin, calificó de «malvado». Ucrania niega su implicación. Ambas partes han intercambiado reproches por los frecuentes bombardeos a la central nuclear de Zaporiyia, donde Kiev acusa a Moscú de tener tropas y almacenar material militar. Rusia lo niega y acusa a Ucrania de apuntar a Zaporiyia con drones. Moscú solicitó la celebración de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el martes para discutir sobre la planta de Zaporiyia, dijo el embajador adjunto ante la ONU, Dmitri Polyanski, citado por la agencia de noticias estatal rusa RIA.
Rusia lanzó el 24 de febrero lo que describe como una «operación militar especial» para desmilitarizar a su vecino más pequeño y proteger a las comunidades de habla rusa. Ucrania y sus partidarios occidentales acusan a Moscú de librar una guerra de conquista al estilo imperial. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que basa su información en su misión de supervisión en Ucrania, dijo el lunes que 5.587 civiles habían muerto y 7.890 habían resultado heridos entre el 24 de febrero y el 21 de agosto, principalmente por ataques de artillería, cohetes y misiles. UNICEF, la agencia de la ONU para la infancia, dijo que al menos 972 niños han muerto o resultado heridos en seis meses de guerra.
«El uso de armas explosivas ha causado la mayoría de las víctimas infantiles. Estas armas no discriminan entre civiles y combatientes, especialmente cuando se utilizan en zonas pobladas como ha ocurrido en Ucrania», dijo la directora ejecutiva de la agencia, Catherine Russell, en un comunicado. Por otra parte, el general Valeri Zaluzhni —jefe del ejército ucraniano— facilitó lo que parecía ser la primera cifra pública de muertos del ejército ucraniano, diciendo que casi 9.000 soldados habían muerto en acción. Rusia no ha dicho cuántos de sus soldados han muerto. El Estado Mayor ucraniano ha cifrado en 45.400 el número de militares rusos muertos.