Un viaje al Ártico canadiense realizó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, junto con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, este jueves para visitar una estación de radar de alerta temprana del Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica (Norad).
La llegada de Stoltenberg a la remota localidad de Cambridge Bay, en el territorio autónomo de Nunavut, es la primera que un secretario general de la OTAN efectúa al Ártico canadiense.
En un artículo de opinión publicado el miércoles en The Globe and Mail, uno de los principales periódicos de Canadá, Stoltenberg indicó que este viaje servirá para subrayar la importancia estratégica de la región "para la seguridad euro-atlántica".
El funcionario de la OTAN añadió que "el camino más corto a Norteamérica para los misiles o bombarderos rusos sería sobre el Polo Norte".
¿Cómo ha sido su visita?
En Cambridge Bay, Stoltenberg presenció parte de la 'Operación Nanook', un ejercicio militar que cada año realizan las fuerzas armadas canadienses en el Ártico.
El secretario general de la OTAN también visitó la Estación Canadiense de Investigación del Ártico, un centro de alta tecnología cuya construcción se inició en 2014.
Este viernes, Stoltenberg acudirá a la base aérea de Cold Lake, junto con Trudeau. En este lugar, ubicado en el norte de la provincia de Alberta, están basados los aviones de combate encargados de velar por la seguridad del Ártico canadiense.
El Ártico, nuevo punto de batalla geopolítica
El Ártico está cerca de convertirse en el nuevo punto de conflicto entre grandes potencias como Canadá, Estados Unidos, Rusia, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Noruega e Islandia, países que compiten para ganar más peso en esa región.
Esa zona posee petróleo, gas natural, estaño, manganeso, oro, níquel, plomo y platino y cuenta con al menos el 25% de las reservas energéticas mundiales, algo que llama la atención en medio de la invasión de Ucrania.
De hecho, Canadá ha reaccionado ante el creciente interés ruso en el Ártico con planes para aumentar su presencia militar en las regiones septentrionales del país.
En junio, el Ministerio de Defensa de Canadá anunció que en los próximos años invertirá 4.900 millones de dólares canadienses (más de 3.700 millones de euros) en mejorar las instalaciones de Norad en la región.