«Es de los personajes más atractivos del occidente europeo desde la II Guerra Mundial hasta ahora». El decano de la Facultad de Filosofía e historiador, Miquel Deià, destaca de Isabel II «una profesionalidad y una capacidad de adaptación asombrosa. Un reinado tan largo, con tantos cambios…». «En su persona convergen una gran cantidad de cambios en una sociedad que se mueve muy rápidamente y los llevó con la clara mentalidad de que el rey no es una persona, es una institución», asegura.
Deiá recuerda que llegó al trono el mismo año en el que se retiraron las cartillas de racionamiento, que vivió el periodo en el que el Reino Unido se acercó a la UE y se integró y más tarde el ‘Brexit'. «En principio, por su nacimiento no debería haber llegado a la Corona por la situación de su tío y la jefatura de Estado está eclipsada por Churchill», señala.
Considera que ha salido airosa de algunos errores y que el Reino Unido «ha sabido hacer de la monarquía su primer imput de su imagen exterior. Recuerda que los británicos tuvieron su última guerra civil en el siglo XVII con la ejecución de Carlos I: «No es una monarquía de nuevo cuño como la española. Son dos realidades no comparables». También señala que «el primer argumento de la monarquía es la tradición y en una constitucional es «el papel arbitral y moral»: « Se ha modernizado todo lo que ha podido».