El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha mantenido sendas conversaciones con los presidentes de Kirguistán, Sadir Japarov, y Tayikistán, Emomali Rahmon, para intentar frenar la escalad de los enfrentamientos militares en la frontera entre ambos países. «Putin ha instado a las partes a evitar una mayor escalada y a adoptar medidas para resolver la situación lo antes posible por vías exclusivamente pacíficas, políticas y diplomáticas», ha informado el Kremlin, según recoge la agencia de noticias Interfax. «Ha reafirmado la disposición de Rusia a aportar la ayuda necesaria para garantizar la estabilidad en la zona fronteriza entre los dos países», prosigue el texto, que destaca que las partes han accedido a mantener estas comunicaciones.
Desde el 14 de septiembre han muerto al menos 36 personas y 134 han resultado heridos, según el Ministerio de Sanidad de Kirguistán. Además, el Ministerio de Situaciones de Emergencia ha asegurado que más de 136.000 civiles han tenido que ser evacuados de la zona de conflicto. Ambas partes pactaron un alto el fuego en la noche del viernes al sábado, pero se incumplió de inmediato entre acusaciones cruzadas sobre el responsable.
La frontera entre ambos países, que se extiende por más de 970 kilómetros, ha sido escenario de diversos enfrentamientos durante los últimos años debido a que varios puntos se encuentran sin delimitar, lo que provoca disputas entre Biskek y Dushambé en torno al control de dichos territorios. Esta falta de demarcación clara ha derivado en disputas sobre el uso de terrenos y recursos hídricos, con frecuentes choques entre guardias fronterizos de uno y otro país y reyertas entre las comunidades que quedaron separadas tras la desintegración de la Unión Soviética.