Los países de la Unión Europea (UE) llegaron este miércoles a un acuerdo político para poner en marcha el octavo paquete de sanciones contra Rusia, en respuesta en esta ocasión a la anexión ilegal de cuatro nuevos territorios ucranianos, que incluye un compromiso para fijar un tope al precio del petróleo ruso si la cantidad se pacta con el G7 y otros países. «Acabamos de alcanzar un acuerdo político sobre nuevas sanciones contra Rusia: una respuesta contundente de la UE a la anexión ilegal de territorios ucranianos por parte del presidente ruso, Vladímir Putin», indicó la presidencia checa de turno del Consejo de la UE a través de Twitter.
El tope al precio del petróleo consiste en permitir el transporte del petróleo ruso y sus derivados a nivel mundial solo si Moscú puede venderlo a un precio igual o inferior al fijado, para rebajar así sus ingresos con los que poder financiar la guerra contra Ucrania y limitar su impacto en la crisis energética. Según han explicado a EFE varias fuentes diplomáticas, el acuerdo, que aun tiene que aprobarse formalmente, se ha alcanzado tras aceptar las demandas de Grecia, Chipre y Malta de que la propuesta solo se llevará a cabo si la aplica una coalición más amplia de países, ante el temor de que sus navieras puedan perder cuota de mercado frente a los competidores.
El G7 ya alcanzó un acuerdo político en septiembre para topar el petróleo ruso, a expensas de ultimar la medida en los próximos meses. La nueva ronda de sanciones también prohíbe a los ciudadanos europeos formar parte de los consejos de administración de las empresas públicas rusas, en un paquete que la UE ha acordado en respuesta a la anexión de las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón y a la movilización parcial que ha decretado el presidente Vladimir Putin.
Los Veintisiete, de hecho, han decidido sancionar a los dirigentes que Moscú ha impuesto en las cuatro regiones ucranianas, así como al intelectual Alexandr Duguin, cuya hija fue asesinada en agosto en un atentado terrorista y que es uno de los ideólogos del nuevo nacionalismo ruso en el que se inspira Putin. La UE incluirá también en la lista a Alan Lushnikov, el mayor accionista del fabricante de armas ruso JSC Kalashnikov Concern y a artistas o músicos que han participado en actos de propaganda del Kremlin.
Destaca también la compañía JSC Goznak, encargada, entre otras cosas, de imprimir los pasaportes que Moscú distribuye en las regiones ocupadas del Donbás y a otras empresas relacionadas con la provisión de armas al ejército ruso y una implicada en la investigación nuclear para uso civil. Sin embargo, los Veintisiete han acordado no sancionar a la empresa rusa Alrosa, una de las principales productoras de diamantes en el mundo, tal como había propuesto inicialmente el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
La UE vetará asimismo la exportación de tecnología en el sector de la aviación, de la electrónica y de sustancias químicas. «Nos hemos movido rápida y decisivamente. Nunca aceptaremos los falsos referendos de Putin ni ningún tipo de anexión en Ucrania. Tenemos la determinación de que el Kremlin siga pagando», dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su cuenta oficial de Twitter.