La primera ministra estonia, Kaja Kallas, advirtió este jueves de la posibilidad de que haya que introducir apagones controlados en el país báltico si los ciudadanos no reducen su consumo eléctrico. A largo plazo, dijo Kallas a la televisión pública ERR, la solución para paliar la escasez energética pasa por invertir en nuevas fuentes, en plantas de producción y en interconexiones con otros países. Sin embargo, a corto plazo, la única solución es reducir el consumo o introducir interrupciones de suministro controladas durante algunas horas en ciertas regiones, en particular si el invierno es especialmente frío, enfatizó.
«No pretendo asustar ni amenazar a nadie, sólo estoy confirmando el hecho de que debemos reducir el consumo y trasladarlo fuera de las horas de carga máxima», afirmó la ministra. Apuntó que una reducción del consumo en un 2 % durante las horas pico, entre las 7 y las 9 de la mañana y las 16 y las 19 de la tarde ya sería suficiente para reducir el riesgo de que sean precisas estas medidas de forma significativa. Kallas subrayó que la escasez energética afecta a toda la región nórdica que se aprovisiona a través del mercado Nordpool, por una serie de motivos, entre los que destacó la falta de 1.000 megavatios que Rusia dejó de suministrar a raíz de la guerra de Ucrania.
A esto se suma que sendos reactores de las centrales nucleares noruegas de Rignhalls y de Oskarshamn están fuera de funcionamiento y que el tercer reactor de la planta finlandesa de Olkiluoto todavía no ha comenzado a operar.
En cuanto a Estonia, la planta eléctrica de Auvere vuelve a sufrir problemas técnicos y no funciona, lo que según remarcó Kallas irónicamente ya no es «noticiable» puesto que la novedad sería que marchase con normalidad. «El problema de Estonia es que seguimos consumiendo tanta energía como si no tuviésemos estas preocupaciones», remachó. La primera ministra estonia ya advirtió en septiembre a los ciudadanos de la posibilidad de que durante el invierno se produjesen apagones controlados si Rusia desconectaba al país báltico de su red eléctrica.