Las autoridades de Estados Unidos han criticado el «plan de paz» anunciado por China, compuesto de más de una decena de propuestas para poner fin a la invasión rusa de Ucrania, y ha destacado el fracaso militar de Rusia ante los contraataques de las fuerzas ucranianas un año después del inicio de la guerra. El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ha asegurado que Washington observa «de cerca» los movimientos de Pekín y ha puntualizado que el gigante asiático podría estar preparándose para «entregar armas letales a Rusia», una decisión que no ha sido descartada aún.
Es por ello que ha manifestado que la idea de que los dos países se han convertido en «aliados inseparables» no ha sido probada dado que China ha mantenido su «cautela» respecto al conflicto y se ha abstenido de apoyar a Moscú en el marco de votaciones ante la ONU. «Han tratado de demostrar que, de alguna forma, no apoyan por completo a Rusia en lo referente a esta guerra», ha sostenido. Además, ha destacado que la guerra «podría acabar mañana» si así lo decidiera el presidente ruso, Vladimir Putin, quien «tomó la decisión de iniciarla».
«Creo que esto se podría detener y que se podría respetar la soberanía de todas las naciones. Esta guerra podría acabar mañana si Rusia deja de atacar Ucrania y retira sus tropas», ha puntualizado. «Ucrania no ha atacado Rusia, la OTAN no ha atacado Rusia, Estados Unidos no ha atacado Rusia. Es una guerra que Putin inició», ha afirmado antes de señalar que el conflicto bélico podría, no obstante, enquistarse durante meses sin que haya un final a la vista, según informaciones recogidas por la cadena de televisión CNN.
En este sentido, Sullivan ha matizado que tras un año de conflicto, Ucrania ha logrado detener el avance de Rusia y evitar que cumpla su principal objetivo: hacerse con la capital, Kiev.
«El objetivo de Rusia en esta guerra era borrar a Ucrania del mapa, tomar la capital y eliminarla, absorberla dentro de Rusia», ha dicho. No obstante, ha indicado que «han fracasado» y ha matizado que «no parece que estén en posición de sacar esto adelante próximamente», al tiempo que ha descartado, por el momento, que Rusia tenga previsto un cambio de postura respecto a la cuestión nuclear. «No hemos visto movimiento alguno en relación con el armamento nuclear que pueda llevarnos a pensar que algo ha cambiado durante el último año», ha explicado.