El número de muertos en varios ataques perpetrados este sábado en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC) por el grupo rebelde Cooperativa para el Desarrollo del Congo (Codeco) subió a 27, confirmaron hoy a EFE fuentes cercanas al Ejército. «El recuento aumentó. Eran rehenes que los milicianos de Codeco se habían llevado a la fuerza al monte y a los que, desgraciadamente, asesinaron», dijo a EFE por teléfono Jean Jacques Openji, coordinador de «Allez-y les FARDC» («Vamos, FARDC»), organización que apoya las acciones de las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC).
«Inicialmente, encontramos 14 cuerpos el sábado tras el ataque de los miembros de Codeco, que huyeron con varios rehenes, incluyendo mujeres y niños. Ayer, encontramos otros 13 cuerpos de civiles que habían sido secuestrados», detalló Openji. El grupo armado atacó de manera simultánea este sábado varias localidades situadas en el territorio de Mahagi, en la provincia de Ituri, incluyendo Sana, Ali, Awu, Kupazaga, Merber y Teruthoro.
Según el activista, la violencia llevó a muchos vecinos de los pueblos atacados a abandonar sus hogares y desplazarse al territorio vecino de Djugu. «Pero le aseguró que efectivos del Ejército ya han llegado sobre el terreno, después de que los atacantes huyeran», añadió. Algunas partes de Ituri han visto durante los últimos meses una grave escalada de ataques de grupos armados, sobre todo por parte de Codeco, que representa a la comunidad lendu y se formó como grupo armado en 2018 para luchar contra los abusos del Ejército congoleño.
Algunas de las peores masacres pudieron ser actos de represalia contra la milicia Frente Popular de Autodefensa de Ituri (FPAC-Zaire), que se describe como un grupo de autodefensa para proteger a la comunidad hema contra los ataques de Codeco. Las comunidades lendu (agricultores) y hema (pastores) mantienen una disputa desde hace tiempo que provocó miles de muertes entre 1999 y 2003.
Ante esta oleada de violencia, la asesora especial de las Naciones Unidas para la prevención del genocidio, Alice Wairimu Nderitu, alertó a mediados del pasado enero del riesgo de que se produzca un genocidio. Frente a los ataques rebeldes en Ituri y la vecina provincia de Kivu del Norte, sobre todo de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), de origen ugandés y el grupo rebelde más letal en la región, el Gobierno congoleño impuso en mayo de 2021 un estado de sitio en ambas provincias, pero la medida no ha acabado con el problema. Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de la ONU en la RDC (Monusco), con 16.000 soldados sobre el terreno.