El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha condenado este martes en la Asamblea portuguesa la «violación de la integridad territorial de Ucrania», en medio de las protestas de los diputados de la ultraderecha, a los que el presidente del Parlamento ha tenido que reprender por «avergonzar el nombre de Portugal».
«Condenamos la violación de la integridad territorial de Ucrania. Creemos en un orden basado en el respeto al Derecho Internacional y en la preservación de las soberanías nacionales», ha dicho Lula en una sesión de bienvenida de la Asamblea, previa a la que conmemora el 49 aniversario de la Revolución de los Claveles. «La guerra no puede continuar definitivamente. Las crisis alimentaria y energética son problemas globales. A todos nos afecta las consecuencias de la guerra, es preciso hablar de paz. Para llegar a ese objetivo es indispensable allanar el camino del diálogo y la diplomacia», ha incidido.
En ese sentido, ha insistido en que «quien cree en soluciones militares para los problemas actuales lucha contra los vientos de la historia», pues «ninguna solución a cualquier conflicto nacional o internacional será duradera si no está basada en el diálogo y en la negociación política». Las palabras del presidente Lula han ido acompañadas de los aplausos de las bancadas de la izquierda, si bien los doce diputados del partido ultraderechista Chega se han hecho notar, golpeando sus escaños y portando banderas de Ucrania y cárteles acusándole de corrupto.
Ante esos desplantes, el presidente de la Asamblea, Augusto Santos Silva, ha interrumpido a Lula para reprochar su actitud a la ultraderecha a la que ha pedido, visiblemente enfadado que dejaran de insultar y «avergonzar» tanto a las instituciones como al «nombre de Portugal». Una vez ha retomado la palabra, Lula da silva ha recordado que Brasil también ha sufrido «ideologías extremistas» dirigidas por «demagogos y negacionistas» que durante la pandemia dejaron unos 700.000 fallecidos. «La mitad de estas muertes se pudieron haber evitado si no fuese (...) por la ultraderecha de mi país», ha dicho. Lula ha subrayado que durante su tercer mandato Brasil volverá a recuperar la «tradición diplomática» que había perdido durante los años del expresidente Jair Bolsonaro.
«Estamos renovando nuestro compromiso con las instituciones internacionales. No será fácil, pero somos un país obstinado en la paz». Una vez finalizada su intervención, Lula ha señalado que si bien este tipo de situaciones son «habituales» en política, ha lamentado el «ridículo» que han protagonizado estos diputados, propio de quienes «no tienen nada bueno que hacer».
«Cuando lleguen a casa y se tumben en la cama deberán reflexionar sobre el papelón que han hecho hoy», ha dicho Lula, quien ha sido recibido por simpatizantes y detractores a su llegada este martes a la Asamblea. «Estoy feliz por el tratamiento que recibimos en Portugal, como fue recibida mi delegación ha sido extraordinario», ha dicho Lula, agradeciendo al resto de autoridades portuguesas antes de poner rumbo al Aeródromo Militar de Lisboa, desde donde parte para España, en otra visita de Estado.