El producto interior bruto (PIB) de la eurozona creció un 0,1 % en el primer trimestre del año, saliendo así del estancamiento del último trimestre de 2022, según los datos preliminares de la oficina comunitaria de estadística Eurostat, que todavía pueden sufrir cambios. La economía de la Unión Europea (UE) en su conjunto se expandió un 0,3 % de enero a marzo, dos décimas más que en los tres últimos meses del pasado año, en los que el aumento fue del 0,1 % en los veintisiete países del bloque.
En comparación con el primer trimestre de 2022, el PIB de la eurozona registró un crecimiento del 1,3 %, frente al 1,8 % observado un año antes, y el de la UE se expandió otro 1,3 %, cuatro décimas menos que su tasa interanual del pasado año. La economía de la zona euro entre enero y marzo se vio impulsada, principalmente, por el crecimiento del 0,5 % registrado por España e Italia, dos de las cuatro mayores economías de la moneda común, mientras que la expansión en Francia fue del 0,2 %.
El PIB de Alemania, motor económico de la UE, se mantuvo estable con una tasa trimestral del 0 % que contrasta con la contracción del 0,4 % observada en el último trimestre de 2022. Portugal registró la mayor expansión económica entre aquellos para los que existen datos, con un aumento del 1,6 %, mientras que el PIB de Bélgica creció un 0,4 % el de Letonia un 0,5 %, y el de Suecia un 0,2 %.
Por el lado negativo, Irlanda sufrió una contracción del 2,7 % y Austria también vio disminuir su PIB en el primer trimestre, aunque en una tasa muy inferior (un 0,3 %). Con todo, Eurostat recordó que estas estimaciones preliminares del PIB están basadas en fuentes «incompletas» (hay datos de apenas una decena de Estados miembros) y están «sujetas a nuevas revisiones».
La publicación de estos datos coincide con la reunión informal de ministros de Economía y Finanzas de la UE en Estocolmo (Suecia), en la que los Veintisiete debatirán sobre el estado de sus economías de forma general y, en particular, de cómo ha superado el sector bancario europeo las recientes turbulencias tanto en Estados Unidos como en Europa con la venta de Credit Suisse a UBS.
Aunque no está en la agenda de las reuniones en Suecia, también abordarán la propuesta legislativa que la Comisión Europea puso encima de la mesa esta misma semana para reformar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento con el objetivo de conseguir una reducción gradual de los ratios de déficit y deuda pública, disparados a raíz de la pandemia, pero poniendo mayor énfasis en las inversiones destinadas a impulsar el crecimiento.