El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó este martes de «criminal» la ideología de supremacía defendida por los dirigentes occidentales, a los que acusó de olvidar lo que ocurrió cuando la Alemania nazi persiguió el dominio mundial. «Consideramos que cualquier ideología de supremacía es por su naturaleza repugnante, criminal y mortal (...) Parece que han olvidado a qué condujo la demencial aspiración de los nazis de lograr el dominio mundial», dijo Putin en su intervención durante el desfile militar en la plaza Roja con ocasión del 78 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi.
En su discurso, Putin ha denunciado que contra su país se ha desencadenado una «auténtica guerra» en la que garantizó la victoria y acusó nuevamente a Occidente de ser el causante de la división, los conflictos y las revoluciones en el mundo. «Contra nuestra Rusia de nuevo se ha desatado una auténtica guerra. Pero nosotros nos resistimos al terrorismo internacional y también defenderemos a los habitantes del Donbás y garantizaremos nuestra seguridad», dijo en otro instante de su intervención.
Putin ha garantizado la victoria. «Contra nuestra patria de nuevo se ha desatado una auténtica guerra. Pero nosotros nos resistimos al terrorismo internacional y también defenderemos a los habitantes del Donbás y garantizaremos nuestra seguridad», dijo el líder ruso. Putin subrayó que Rusia «no tiene pueblos inamistosos y hostiles ni en Occidente ni en el Este» y, como la absoluta mayoría de los países el mundo, anhela «un futuro pacífico, libre y estable».
Al mismo tiempo, acusó a Occidente de olvidar lo que ocurrió cuando la Alemania hitleriana persiguió el dominio mundial al desatar la guerra en 1939. «Consideramos que cualquier ideología de supremacía es por su naturaleza repugnante, criminal y mortal. En cambio, las élites globalistas siguen defendiendo su exclusividad, enfrentan a la gente y dividen a las sociedades, provocan conflictos sangrientos y golpes de Estado, siembran el odio, la rusofobia y el nacionalismo agresivo», subrayó. Acusó a las potencias occidentales de «imponer su voluntad, sus derechos, sus reglas y, en realidad, forjar »un sistema de saqueo, violencia y opresión« en la que también se destruyen »los valores tradicionales que convierten al hombre en hombre".
«Parece que han olvidado a qué condujo la demencial aspiración de los nazis al dominio mundial, quién destruyó ese monstruoso y absoluto mal (...) y quién no escatimó vidas en aras de la liberación de los pueblos de Europa», dijo, en alusión al Ejército Rojo. Durante su intervención el jefe del Kremlin ordenó guardar un minuto de silencio en recuerdo de los caídos en la Gran Guerra Patria -más de 26 millones de soviéticos-, como se conoce en este país el episodio soviético de la contienda mundial. Unos 10.000 soldados, incluido más de medio millar de combatientes en la campaña militar rusa en Ucrania, y numerosos equipos militares desfilaron por el empedrado de la plaza Roja, parada rodeada este año por estrictas medidas de seguridad por miedo a los actos de sabotaje del enemigo.