La misión de observadores internacionales de la OSCE señaló este lunes que las elecciones celebradas el domingo en Turquía estuvieron marcadas por la vulneración de algunos derechos y por las ventajas de que disfrutaron los candidatos gubernamentales.
«Los votantes han tenido opciones entre genuinas alternativas políticas, pero los candidatos gubernamentales o a la reelección han disfrutado de ventajas no justificadas, incluida la cobertura sesgada de los medios de comunicación», señaló Michael Georg Link, responsable de la misión. Link indicó que, en general, las elecciones fueron «competitivas pero limitadas», debido a que la «criminalización de algunas fuerzas políticas, incluida la detención de varios políticos de la oposición, impidió el pleno pluralismo político y obstaculizó el derecho de las personas a presentarse a las elecciones».
En ese sentido, señaló que las restricciones de derechos fundamentales, como los de reunión, asociación y expresión, han limitado la participación de algunos partidos políticos o candidatos. Link se refirió al proceso de ilegalización abierto contra el partido progresista y pro kurdo HDP, y al alcalde de Estambul, el socialdemócrata Ekrem Imamoglu, inhabilitado en primera instancia judicial para ejercer cargos públicos.
«La campaña en sí fue competitiva y en gran medida libre para la mayoría de los contendientes, pero se caracterizó por una intensa polarización y se vio empañada por una retórica dura, casos de uso indebido de recursos administrativos, y la presión e intimidación a la que se enfrentó un partido de la oposición», señaló Link. Los observadores internacional indicaron también que aunque la Comisión Electoral ha gestionado bien el proceso electoral, se ha registrado problemas en la comunicación de los resultados y hay dudas sobre la independencia de ese órgano.