El trágico desenlace del Titan sigue dando de qué hablar. El mundo entero esperó desde que saltara la noticia a la palestra mediática el lunes, un final milagroso, que finalmente no ha podido ser. Ahora quedan abiertas muchas preguntas sin respuesta y dudas acerca de la seguridad de los procedimientos, de la idoneidad del operativo de rescate y de las vidas de los cinco tripulantes del submarino, que perdieron la vida en las profundidades del océano Atlántico, a 600 kilómetros de la costa de Terracota (Canadá).
Precisamente, una de las últimas historias del Titan que ha sacudido la opinión pública ha sido la de Suleman Dawood, el más joven de los cinco hombres a bordo, de apenas 19 años. Suleman viajaba con su padre, el multimillonario pakistaní residente en Reino Unido Shahzada Dawood. Según declaraciones de su entorno familiar más próximo, Suleman no quería participar en la expedición del Titan para ver los restos del Titanic. Le «aterrorizaba», pero finalmente accedió para contentar a su padre. Así lo ha hecho saber la tía del joven: «Mi sobrino estaba aterrorizado. Hizo ese viaje para complacer a su padre por el Día del Padre». «He estado pensando en Suleman todos días, imaginándole allí cuando intentaba lograr quizás una última bocanada de aire», contaba a la cadena NBC Azmeh Dawood.
Suleman estaba en primer curso del Grado en Económicas de la Universidad de Strathclyde en Glasgow. Sin embargo, dejó de asistir las últimas semanas del curso para viajar con sus padres y su hermana Alina a Canadá. Allí estuvieron un mes antes de embarcarse padre e hijo a bordo del Titan. Shahzada Dawood era un fanático del Titanic y pagó 500.000 dólares para realizar la inmersión con su hijo. Ambos mantenían una muy buena relación y compartían algunas aficiones, como las películas de ciencia ficción o las expediciones aventureras. Además, Suleman tenía una especial habilidad con el cubo de Rubik y jugaba al volleyball.