Los combates entre el Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) se intensificaron hoy en la capital, Jartum, después de que las Fuerzas Armadas anunciaran su retirada de las negociaciones para un alto el fuego con su contrincante por desacuerdos. Testigos indicaron a EFE que los aviones del Ejército bombardearon posiciones de las FAR en el sur de la localidad de Um Durman, vecina de Jartum, mientras que los paramilitares respondieron con disparos de artillería antiaérea, lo que provocó que grandes columnas de humo se elevaran en la zona.
Las Fuerzas Armadas también bombardearon la base militar de Karari, la principal de las FAR en Um Durman, mientras que también realizaron incursiones aéreas en la región oriental del Nilo. Por su parte, las FAR dijeron en un comunicado que sus unidades especiales realizaron una operación en la base militar de Wadi Sayedna, en el norte de Um Durman, y aseguraron haber destruido tres aviones de combate y haber matado y herido a «decenas» de militares.
Asimismo, indicaron que los paramilitares «intensificarán las operaciones relámpago contra todas las posiciones del Ejército en la capital y los estados». Sin embargo, una fuente militar del Ejército desmintió a EFE esas informaciones e indicó que las FAR dispararon cohetes Katyusha contra la base militar, pero el proyectil impactó en las afueras de la instalación.
Esta escalada bélica se produce un día después de que el Ejército se retirara de las negociaciones indirectas que mantenía con las FAR en la ciudad saudí de Yeda por desacuerdos sobre el desalojo de los paramilitares de las zonas residenciales habitadas por civiles.
Por su parte, Médicos sin Fronteras dijo hoy que más 140.000 personas, en su mayoría mujeres y niños sursudaneses que han huido de Jartum, han llegado al estado del Nilo Blanco tras el inicio del conflicto el pasado 15 de abril y se enfrentan a «una enorme escasez de alimentos, refugio y de atención médica» en diez campos de acogida.
El conflicto en Sudán, iniciado tras la rebelión de las FAR contra el Ejército a mediados de abril, ha dejado más de 1.100 muertos, así como 3,5 millones de desplazados y refugiados, según la ONU. La cifra oficial de fallecidos, sin embargo, no ha sido actualizada desde hace más de un mes, mientras que el Armed Conflict Location & Event Data Project (ACLED) estima que, según sus cálculos, asciende a 3.900.