El rey Carlos III del Reino Unido se comprometió este jueves a «hacer todo lo que esté en (su) poder para reforzar el vínculo indispensable» entre su país y Francia, en un discurso ante el Senado galo dentro de su visita de Estado a ese país. «Juntos, nuestro potencial es inigualable (...) No hay desafío que no podamos afrontar, como ya hemos demostrado en el pasado», aseguró el monarca en su segundo día de visita de Estado a Francia, en un discurso en el que mezcló el francés con el inglés y en el que señaló el cambio climático como la mayor amenaza que debe afrontar el planeta.
Ante un auditorio de diputados y senadores franceses, pero también miembros de las dos cámaras británicas, Carlos III se convirtió en el primer soberano que se dirigía al hemiciclo del legislativo galo, ya que su madre, Isabel II, lo hizo solo ante un pequeño auditorio en una sala de conferencias. El rey alabó la relación «histórica» entre ambos países y recordó que juntos han afrontado algunos retos del pasado, al tiempo que animó a seguir haciéndolo en un momento en el que, dijo, «el mundo atraviesa los mayores desafíos de nuestra época».
Entre ellos destacó la invasión rusa de Ucrania, donde apeló a seguir apoyando a Kiev para que «la tan querida libertad triunfe», pero se centró especialmente en la lucha contra el cambio climático. «Durante siglos el hombre ha combatido la naturaleza para sobrevivir. En este siglo, ha entendido que tiene que protegerla para seguir sobreviviendo», señaló el monarca, que alertó del riesgo de «destrucción del planeta» y pidió que se trabaje de forma conjunta en las organizaciones internacionales para protegerlo.
Carlos III, que participará esta tarde junto al presidente francés, Emmanuel Macron, en una mesa redonda con empresas comprometidas con la lucha contra el cambio climático, expresó su convencimiento de que el sector privado tiene un papel «crucial» que jugar en ese combate. El rey consideró que el ejemplo de esas empresas pueden inspirar a los Gobiernos y a los ciudadanos y que Francia y el Reino Unido pueden «ejercer un liderazgo» mundial en la lucha por la preservación de la biodiversidad.
La visita del soberano británico, la primera que hace a Francia desde su llegada al trono el año pasado, se inscribe en la reconstrucción de las relaciones franco-británicas dañadas por el Brexit y por algunos roces fronterizos, en particular por la inmigración y la pesca. Su discurso ante el Senado es el único público que pronunciará durante los tres días que pasará en Francia, en el que aprovechó para destacar los lazos entre ambos países, desde la «entente cordiale» que pronunció su bisabuelo Eduardo VII al «sacrificio inconmensurable» que ambos países hicieron en el siglo pasado, durante las dos guerras mundiales.
También tuvo tiempo de repasar la importancia que Francia tiene para él en el terreno personal, en la que es su 35 viaje a ese país, el primero como rey, pero donde, dijo, «siempre» se ha visto «emocionado por la calurosa acogida» y por «los logros que se consiguen cuando se trabaja con unidad».
Asimismo, expresó su agradecimiento por las muestras de apoyo que Francia dio a su madre, de quien Macron dijo que era «el hilo dorado que une a ambas naciones». «Deseo que ese tejido nos inspire para seguir trabajando unidos con determinación, esperanza y amor», afirmó el rey, que aprovechó que Francia acoge el Mundial de Rugby para pedir que ambas naciones avancen «sin golpes bajos y que gane el mejor».