Los partidos políticos en Portugal exigieron este martes explicaciones al primer ministro, el socialista António Costa, después de que la Fiscalía lusa anunciara una investigación al Gobierno por supuestos crímenes de prevaricación, corrupción activa y pasiva, y tráfico de influencias en negocios de litio e hidrógeno. La derecha compuesta por el ultraderechista Chega e Iniciativa Liberal (IL) -sin el Partido Social Demócrata (PSD), de centroderecha y principal partido de la oposición, porque todavía no se ha pronunciado- fue la más agresiva en sus declaraciones al solicitar la dimisión de Costa, que gobierna con mayoría absoluta, y la disolución de la Asamblea de la República (parlamento unicameral).
«No sé cuál es el criterio o patrón ético del primer ministro», dijo en declaraciones a los periodistas el presidente de IL, Rui Rocha, quien agregó que, en un país en que las instituciones políticas funcionaran, «sería el primer ministro quien llegaría a la conclusión de que no tiene condiciones para continuar ejerciendo funciones». El líder de Chega, André Ventura, sugirió a Costa su dimisión antes de que lo exija el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, «y permita la renovación política que el país necesita».
Reconoció que «nadie es culpable antes de ser condenado», pero recordó que «el primer ministro no es un diputado o dirigente cualquiera». El líder parlamentario del Bloque de Izquierda (BE), Pedro Filipe Soares, pidió explicaciones a Costa sin sacar «conclusiones precipitadas» y solicitó a la Justicia «que cumpla su camino y sea rápida en hacerlo». «Que se analice lo que se tenga que analizar, que se investigue lo que se tenga que investigar, que se culpe a quien se tenga que culpar de cualquier ilegalidad», enumeró.
El diputado de Livre Rui Tavares solicitó una intervención de Costa «con la mayor brevedad posible», ya que están en causa «decisiones muy importantes». En una respuesta a la agencia Lusa, el Partido Comunista Portugués argumentó que «deben ser concluidos los análisis y llegar a las debidas consecuencias de las conclusiones a las que se llegue». La Fiscalía lusa anunció que investiga a Costa y a varios miembros de su Gabinete por supuestos crímenes de prevaricación, corrupción activa y pasiva, y tráfico de influencias en negocios de lítio e hidrógeno. Está previsto que el primer ministro realice una intervención pública en breve.