Los ataques de Israel contra Gaza causaron al menos 316 muertos únicamente este domingo y 664 heridos, según cifras reportadas a Naciones Unidas por la entidad sanitaria de Gaza controlada por el grupo islamista Hamás, mientras que la distribución de ayuda humanitaria se ha vuelto a restringir severamente. La gobernación de Rafah fue la única en Gaza donde hubo en las últimas horas alguna entrega de ayuda a la población (sobre todo harina y agua), mientras que los suministros de supervivencia hacia el área de Jan Yunis se paralizaron debido al aumento de las hostilidades, de acuerdo al reporte diario de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA).
Asimismo, reportó que el sector medio de la Franja de Gaza -desde el cual Israel decidió cortar en dos el enclave, centrando sus ataques masivos en el norte y ordenando a su población desplazarse al sur- ha quedado «desconectado» del sur tras la prohibición de Israel de cualquier desplazamiento, incluido de ayuda humanitaria. Esto a la vez ha detenido por completo el limitado acceso que hubo durante la tregua al norte de Gaza, donde siguen viviendo decenas de miles de civiles. OCHA indicó que las fuerzas militares israelíes designaron este domingo un área que equivale al 20 % de toda la localidad de Jan Yunis como de «evacuación inmediata», a pesar de tratarse de una zona donde además de los 117.000 residentes que había cuando empezó la guerra (7 de octubre) hay 21 instalaciones donde se refugian 50.000 desplazados llegados del norte.
La ONU señaló que la orden es que estas decenas de miles de personas ahora se muevan a tres áreas hacia Rafah (frontera con Egipto) «que ya están más que saturadas». «El alcance del desplazamiento a raíz de esta orden no está claro», reconoce la ONU, cuyo personal sigue trabajando para ayudar a la población víctima de la guerra. Naciones Unidas recalcó una vez más que Israel -como una de las partes de esta guerra- tiene la obligación por las leyes internacionales de minimizar el daño a los civiles y que cuando les ordena evacuar, debe hacerlo con la anticipación suficiente, ofreciéndoles rutas seguras (garantías de que no serán bombardeadas) y un lugar al que ir, lo que en este caso no sucede.
Además, las fuerzas israelíes mataron a dos palestinos durante una redada militar en el norte de Cisjordania ocupada, una zona donde la violencia se recrudeció aún más a raíz de la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás en la Franja de Gaza, informaron fuentes oficiales este lunes. «Dos jóvenes fueron asesinados por balas de la ocupación israelí y sus cuerpos fueron retenidos durante una agresión contra la población de Qalqilya», indicó el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina.
Los hechos ocurrieron este lunes por la mañana cuando fuerzas israelíes abrieron fuego contra el vehículo en que se trasladaban los dos palestinos, provocando lesiones a otras dos personas, según la agencia oficial de noticias, Wafa. Consultado por EFE, el Ejército aún no ha dado información sobre los hechos. Cisjordania ocupada e Israel viven su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05) y este 2023 ya han muerto 462 palestinos, la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes y atacantes, pero también civiles, incluidos un centenar de menores.
La situación empeoró a raíz de la guerra de Israel contra Hamás en Gaza que estalló el 7 de octubre, y desde entonces, 254 palestinos de Cisjordania (incluidos más de 60 menores) han muerto en eventos violentos, nueve de ellos por ataques de colonos, incluido un niño. En paralelo, el área ha visto la proliferación de nuevos grupos armados palestinos, que han dejado 40 muertos, la mayoría colonos israelíes, cinco de ellos menores, y siete uniformados. Israel tomó control de Cisjordania en 1967 y desde entonces mantiene un régimen de ocupación militar y colonización sobre este territorio.