Un tiroteo ocurrido en la Universidad de Nevada, en la ciudad de Las Vegas (EE.UU.), dejó este miércoles al menos tres muertos y un herido de gravedad, informaron las autoridades locales. La Policía metropolitana detalló que el agresor también está muerto y que ya no existen «amenazas» en el campus universitario.
«Según nuestros investigadores en la zona, hay tres víctimas fallecidas y otra víctima que se encuentra en estado crítico en el hospital», informó en redes sociales el cuerpo policial. La Policía de Las Vegas recibió la alerta de tiroteo en la universidad a las 11:46 hora local (19:46 GMT). Durante el ataque, el cuerpo policial instó a que los ciudadanos evitaran la zona, mientras que la propia universidad avisó a todos los estudiantes para que se pusieran a salvo.
Jerónimo Guerra, un estudiante de la Universidad de Nevada que estuvo en el campus cuando sucedió el tiroteo, contó a EFE que al salir de clase, él y sus compañeros escucharon una alarma y pensaron inicialmente que era algo rutinario. Después oyeron los disparos y decidieron correr a tomar refugio. «Nos escondimos en uno de los cuartos del personal de aseo», narró el joven.
«Estuvimos casi tres horas encerrados, pusimos canecas (de basura) y maletas bloqueando la puerta», agregó. En una comparecencia ante la prensa, el alguacil de la Policía de Las Vegas, Kevin McMahill, explicó que varias víctimas fueron trasladadas a hospitales cercanos y que todavía se desconoce la motivación del agresor.
Adam García, encargado de Seguridad del centro universitario, confirmó en la misma comparecencia que el autor del tiroteo estaba muerto. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió un comunicado lamentando el tiroteo en Las Vegas y otros dos ocurrido ayer en Austin y en San Antonio (Texas), en el que murieron seis personas.
El líder demócrata reiteró su llamamiento para que los republicanos en el Congreso apoyen su propuesta de vetar el comercio de armas de asalto, que son utilizadas en muchos de los tiroteos. Biden recordó que Estados Unidos ha registrado durante este año más de 600 tiroteos masivos y unos 40.000 muertos por la violencia armada. «Juntos debemos hacer más para evitar que más familias y comunidades como Austin, San Antonio y Las Vegas sean destrozadas por la violencia armada», dijo el mandatario.