Margarita II de Dinamarca, la monarca viva con más tiempo en el trono, clausurará este domingo 52 años de reinado para abdicar en favor de su hijo mayor, el príncipe heredero Federico. La reina, de 83 años, anunció por sorpresa en su discurso de Fin de Año que dejaría el trono, aludiendo a problemas de salud y a la necesidad de dar paso a la nueva generación, justo el día en que se cumplen 52 años de su subida al trono. En las monarquías nórdicas no es costumbre abdicar: el último precedente en Dinamarca se remonta a 1146, cuando Erico III abandonó el trono para retirarse a un monasterio.
El príncipe Federico y su esposa, la princesa Mary, abandonarán en coche el complejo palaciego de Amalienborg, y dos minutos después hará lo propio en carroza la reina, para dirigirse al castillo de Christiansborg, a 1,5 kilómetros de distancia y sede del Parlamento. Allí comenzará a las 14.00 hora local (13.00 GMT) un Consejo de Estado en el que Margarita II firmará su declaración de abdicación: en el momento en el que lo haga, se efectuará el cambio en el trono, aunque la proclamación en sí de Federico X, que corre a cargo del jefe de Gobierno de turno, no se producirá como tal hasta las 15.00. Tras las palabras de la primera ministra, Mette Frederiksen, el ya entonces Federico X pronunciará un breve discurso y se lanzarán tres rondas de 27 salvas desde una fortaleza militar en el puerto. Antes de la proclamación, y después de hacerse efectiva la sucesión, Federico y la nueva reina Mary celebrarán una pequeña recepción en la que estarán presentes Frederiksen y los presidentes de Groenlandia y las Islas Feroe, territorios autónomos daneses, entre otros.
No habrá invitados de la realeza de otros países a los actos, siguiendo la tradición danesa, que tampoco incluye ninguna coronación, ha informado la Casa Real, pero sí acompañarán a Federico su hermano menor, el príncipe Joaquín; y, a Mary, su hermana mayor. Aunque las autoridades no han dado cifras estimativas, se espera que miles de daneses se acerquen a la capital para seguir el histórico acontecimiento: muchos hoteles han colgado el cartel de lleno y, a principios de semana, apenas quedaban ya billetes de avión y tren a la capital. Las previsiones meteorológicas para Copenhague apuntan a un día seco y con 2-3 grados cuando empiecen los eventos, temperaturas sensiblemente superiores a la de días pasados. Cuando los nuevos reyes y la reina Margarita, que conservará su título, estén de vuelta en Amalienborg, se realizará luego la transferencia de estandartes reales del palacete de Christian IX, residencia de la monarca saliente, al de Federico VIII.