La Comisión Europea (CE) anunció este martes la apertura de una investigación sobre una posible conducta anticompetitiva del mayor productor mundial de medicamentos y vacunas para mascotas y ganado, el estadounidense Zoetis, en relación con un nuevo analgésico para tratar el dolor crónico en perros de una empresa francesa.
La CE abrió una investigación antimonopolio formal para evaluar si la empresa de salud animal Zoetis puede haber infringido las normas de competencia de la Unión Europea (UE) al impedir el lanzamiento al mercado de un producto competidor de la marca francesa Virbac, informó hoy el Ejecutivo comunitario en un comunicado. Zoetis comercializa Librela, el primer y único medicamento con anticuerpos monoclonales aprobado en Europa para tratar el dolor asociado con la osteoartritis en perros, con una aplicación mensual y con efectos especialmente relevantes para animales mayores.
Paralelamente, Zoetis adquirió otro producto en fase avanzada para la misma indicación de alivio del dolor, que iba a ser comercializado en el Espacio Económico Europeo (EEE) por Virbac. En noviembre de 2020, esa empresa francesa especializada en salud animal presentó una denuncia contra Zoetis. La Comisión llevó a cabo inspecciones sin previo aviso en las instalaciones de Zoetis en Bélgica en octubre de 2021.
A la Comisión Europea le preocupa que Zoetis pueda haber incurrido en un comportamiento excluyente contrario a las normas antimonopolio de la UE al poner fin al desarrollo de este producto en desarrollo alternativo y negarse a transferir este medicamento en desarrollo a un tercero que en el EEE tenía derechos exclusivos de comercialización, según indicó Bruselas. Si se demuestra, el comportamiento investigado puede violar las normas de competencia de la UE, que prohíben el abuso de una posición dominante.
Esta es la primera investigación formal de la Comisión sobre un posible abuso relacionado con la terminación excluyente de un producto de oleoducto que iba a ser comercializado por un tercero. La CE, que llevará a cabo su investigación en profundidad con carácter prioritario, recordó que la apertura de la misma no prejuzga su resultado. No existe un plazo legal para poner fin a una investigación antimonopolio. Su duración depende de una serie de factores, incluida la complejidad del caso, el grado de cooperación de las empresas afectadas con la Comisión y el ejercicio de los derechos de defensa.