Las fuerzas rusas dispararon la pasada madrugada contra territorio ucraniano un total de 24 drones kamikaze iraníes Shahed, y mataron durante la pasada jornada a tres civiles en ataques con cohetes dirigidos contra la parte bajo control de Kiev de la provincia suroriental de Zaporiyia, informaron el lunes las autoridades ucranianas.
Del total de drones Shahed lanzados por Rusia, las defensas aéreas ucranianas lograron derribar 17, según el parte ofrecido por la Fuerza Aérea de Ucrania, que informa de que las interceptaciones se produjeron sobre el territorio de las regiones de Odesa y Mikoláiv (sur), Kirovograd (centro), Jmelnitski y Zhitomir (oeste). Una gasolinera y una infraestructura logística de transporte han resultado dañadas en el ataque en la región de Odesa, según las autoridades locales. La Fuerza Aérea de Kiev ha informado, además, del lanzamiento por parte de Rusia de un misil Kh-59 que también ha sido derribado en el óblast de Dnipropetrovsk (centro).
Quince días después de que comenzara una nueva campaña de ataques contra el sistema eléctrico ucraniano, Rusia volvió a golpear infraestructuras energéticas en tres regiones de Ucrania en sus ataques con drones y misiles de las últimas horas, según informó hoy el Ministerio de Energía de Ucrania. «El enemigo atacó dos veces con drones equipamiento de una subestación de alto voltaje de la región de Zaporiyia (sureste); se han producido daños en el equipamiento», explicó el Ministerio en un comunicado.
El Ministerio también habla de daños en una línea de alto voltaje de la región de Járkov (noreste) que ha afectado al funcionamiento de otra subcentral eléctrica. Otras dos líneas de alta tensión dejaron de funcionar en la región de Dnipropetrovsk (centro), que también ha sido atacada con drones. Además, los fragmentos de un misil ruso derribado por las defensas ucranianas en Dnipropetrovsk han generado una explosión en una infraestructura gasística de la región, provocando daños en un edificio. La empresa estatal ucraniana de electricidad, Ukrenergo, también ha informado de daños en el equipamiento de una subestación eléctrica de esa misma región.
En su discurso a la nación del domingo por la noche, el presidente Volodímir Zelenski advirtió del incremento en las últimas semanas de los ataques aéreos rusos contra varias provincias del país, en especial contra la urbe de Járkov, situada en el noreste de Ucrania, junto a la frontera con Rusia, y la segunda más grande del país después de Kiev. «Estamos buscando opciones para dotar a Járkov de mejor defensa aérea, y esto es tarea tanto de los militares como de todos los diplomáticos ucranianos», dijo Zelenski, que insistió en que Ucrania no cuenta con suficientes medios para defenderse de los ataques por aire rusos y pidió a sus aliados que aceleren el envío de este tipo de material.
Por su parte, Ucrania negó anoche su responsabilidad en cualquier operación militar contra la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa y ocupada por Rusia desde marzo de 2022, después de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) denunciara este domingo un ataque directo con drones contra la infraestructura.
«Ucrania no está implicada en ninguna provocación armada en las dependencias de la central nuclear de Zaporiyia ocupada ilegalmente por Rusia», declaró el domingo por la noche a la publicación de Kiev Ukrainska Pravda el portavoz de la inteligencia militar ucraniana (GUR) Andrí Yusov. El OIEA había informado previamente de un ataque con drones cuyas explosiones provocaron daños «menores» en uno de los seis reactores de la central. «Pido firmemente a quienes toman las decisiones militares que se abstengan de llevar a cabo cualquier acción que viole los principios básicos de protección de las instalaciones militares», dijo el jefe del OIEA, Rafael Grossi. En reacción al comunicado de este organismo del sistema de la ONU, el representante del espionaje militar ucraniano acusó a Rusia de llevar a cabo ataques «simulados» en la central, de desplegar allí tropas y material militar y de haber minado las instalaciones de esta planta situada en la parte ocupada de la provincia de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania.
Yusov también recriminó a las fuerzas de ocupación rusas que estén poniendo «en peligro a la infraestructura nuclear, a la población civil» y al conjunto de Europa con su presencia en la central, que está bajo constante vigilancia de expertos del OIEA ante el riesgo de incidentes relacionados con la guerra que provoquen un accidente nuclear. El portavoz del GUR exigió, además, la retirada de las tropas rusas de la infraestructura para que puedan volver a cumplirse las normas internacionales de seguridad nuclear que se violan constantemente en la central y sus alrededores desde que comenzó la invasión a gran escala rusa de Ucrania. Desde el comienzo de la ocupación de la planta, Rusia y Ucrania se acusan sistemáticamente de utilizar la central con fines militares y de amenazar de esa forma la seguridad nuclear en la zona y en toda la región.