La Unión Europea lamentó este miércoles «profundamente» la ejecución la víspera con una inyección letal en Misuri de Brian Dorsey, el primero al que se le aplica la pena de muerte este año en ese estado estadounidense, tras el rechazo de la Corte Suprema a detenerla.
La UE «lamenta profundamente la ejecución de Brian Dorsey en el estado de Missouri. La ejecución del señor Dorsey fue la primera que se llevó a cabo en Misuri este año, lo que significa que se reanuda esta práctica inhumana y degradante», dijo una portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), que dirige el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
Hasta la fecha, 37 estados de Estados Unidos han abolido la pena capital en la ley o en la práctica, y «esperamos que Misuri eventualmente se una a estos estados», señaló la portavoz Nabila Massrali en un comunicado.
Recordó que «la UE se opone firmemente a la pena de muerte en todo momento y en todas las circunstancias», ya que «es una violación del derecho a la vida, no actúa como disuasivo del crimen y hace que los errores judiciales sean irreversibles».
Hasta la fecha, señaló, 197 personas inocentes han sido exoneradas del corredor de la muerte en Estados Unidos.
Dorsey, de 52 años, fue condenado a la pena capital en 2019 por la muerte de su prima Sarah y su marido Benjamin Bonnie en diciembre de 2006 por disparos a quemarropa para robarles varias pertenencias con las que poder saldar deudas de drogas.
Debido a su comportamiento tras las reja logró el apoyo de funcionarios de la propia cárcel en la que se encontraba y de otras personas que pidieron clemencia al gobernador republicano Michael Parson, que la respaldó sin éxito.
El reo, que había pedido a Parson que se le conmutara la sentencia por cadena perpetua citando su remordimiento y su rehabilitación tras las rejas, dejó una declaración escrita antes de su ejecución a través de sus abogados, en la que agradeció a quienes lo defendieron y pidió disculpas a los seres queridos de sus víctimas.
La UE sigue pidiendo la abolición universal de la pena de muerte y que los Estados que la mantienen apliquen una moratoria y avancen hacia la abolición, en consonancia con la tendencia mundial, recordó la portavoz del SEAE.