La escalada de tensión en Oriente Medio se recrudece. Tras décadas de enfrentamiento, Irán ha lanzado este domingo de madrugada un ataque sin precedentes de más de 300 drones, misiles balísticos y de crucero en territorio israelí. La ofensiva ha sido derribada "al 99%" por las fuerzas de Israel según ha confirmado su Ejército, por lo que no ha habido que lamentar ninguna víctima.
Aun así, la guerra abierta entre Israel e Irán supone un paso más en un territorio ya de por sí conflictivo, en el que el país israelí cuenta con multitud de aliados, pero también de enemigos, unas relaciones que se han reforzado o empeorado más aún tras el estallido de la guerra contra Hamás y la situación en la Franja de Gaza.
Irán, el mayor archienemigo
De todos los países que se ubican alrededor de Israel, Irán es, sin duda, su mayor enemigo desde que en 1979 rompieran sus relaciones diplomáticas tras la revolución islámica. Los dos países viven, desde ese momento, una guerra encubierta materializada en sabotajes, ciberataques y asesinatos .Ambos compiten por la hegemonía regional y suponen, por tanto, una amenaza mutua.
La República Islámica de Irán apoya de esta forma a varios de los grupos que tienen un conflicto abierto en otras zonas de Oriente Medio contra Israel, como el grupo libanés Hizbulá, el movimiento palestino Hamás, la Yihad Islámica o los rebeldes hutíes en Yemen.
Siria, un conflicto de casi 80 años
Otro de los grandes enemigos del país que preside Benjamín Netayahu es Siria, un conflicto existente desde la primera guerra árabe-israelí de 1948. Desde hace años, Israel se dedica a atacar con frecuencia posiciones de las milicias palestinas que se encuentran refugiadas en territorio sirio.
En noviembre de 2012, unos proyectiles sirios cayeron en el territorio israelí de los Altos de Golán y, desde entonces, Israel ha llevado a cabo múltiples enfrentamientos con el Ejército sirio desplegado en esa zona. Aún así, este conflicto se trata en realidad de un enfrentamiento encubierto con Irán, pero que se desarrolla en territorio sirio.
Líbano, una guerra por la frontera
Su país vecino, Líbano, tampoco cuenta con relaciones diplomáticas con Israel. Las dos naciones mantienen otro de los conflictos abiertos en la zona de Oriente Medio después de que en 1978 las fuerzas israelíes invadieran el sur del país libanés para hacer frente al ataque de grupos palestinos.
Ello provocó un conflicto entre las dos naciones por la frontera terrestre que les separa. En el año 2000 se produjo finalmente la salida de Israel de esta zona tras 22 años de ocupación, por lo que la ONU delimitó la llamada Línea Azul. Allí está ahora la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano (FINUL). Esta tiene el mandato de garantizar la retirada de los soldados israelíes del territorio libanés, así como ayudar al Gobierno del Líbano a restituir su autoridad en la zona.
Su relación con el resto de países árabes
El terremoto geopolítico cuenta también con otros países que, aunque no están enfrentados directamente, mantienen discrepancias con Israel. Su relación con todos ellos ha ido cambiando desde aquella primera guerra árabe-israelí de 1948. Tras la declaración de independencia del Estado de Israel de 1947, Líbano, Siria, Transjordania, Irak y Egipto le declararon la guerra.
Pese a ello, tras años de conflictos, el país hebreo firmó la paz con Egipto en 1972 y con Jordania en 1994, con los que procedió entonces a abrir sus fronteras. Además, en 2020 Israel firmó acuerdos que establecen relaciones diplomáticas con países de la Liga Árabe como Baréin, Emiratos Árabes Unidos y Marruecos.
Estos pactos son los llamados Acuerdos de Abraham, a los que también debía haberse sumado Arabia Saudí tiempo después. Las dos naciones estuvieron a punto de acercar posturas y llegar a un entendimiento, un pacto considerado como histórico por los analistas, pero que se dinamitó después del estallido del conflicto con Hamás.
Mohammed bin Salmán, gobernante de facto en el país saudí, ha declarado en varias ocasiones sobre el acercamiento israelí. Pero también ha hablado de la necesidad de hacerlo sobre la causa palestina. Así, tras la guerra abierta entre Hamás y Israel, el país ha rechazado "cualquier tipo de ataque contra civiles y la necesidad de que todas las partes respeten el derecho internacional humanitario", por lo que el acercamiento entre las dos partes se encuentra por el momento congelado.
Por otro lado, otros países africanos que no tienen embajada israelí pero sí palestina son: Libia, Túnez, Mauritania, Mali, Gambia, Guinea Bissau, Guinea Conakry, Gabón, República del Congo, Namibia, Mozambique, Zimbabue, Zambia, Tanzania y Yibuti.
Los países que sí apoyan a Israel
A pesar de las enemistades entre sus vecinos, Israel cuenta con el apoyo de un gran conjunto de países que no están en el enclave de Oriente Medio. El país hebreo es miembro de las Naciones Unidas desde 1949 y mantiene relaciones diplomáticas con 168 de los 192 estados miembros de la ONU.
Así, desde el inicio del conflicto con Hamás, Israel cuenta con el apoyo de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, España, Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Grecia, Polonia, Noruega, Hungría, Portugal, Rumanía, República Checa, Croacia, Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania, Islandia, Ucrania, Albania, Luxemburgo, Macedonia del Norte, Montenegro, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos y Baréin.
Entre ellos, Estados Unidos ha sido el principal aliado histórico de Israel, un apoyo que no cambia a pesar de quien gobierne en la Casa Blanca, lo que he generado un gran respaldo que ha impulsado el desarrollo militar y la defensa nacional israelí durante décadas.
Rusia y China llaman a la calma
Por otro lado, Rusia siempre ha mantenido una relación compleja con Israel. Tras el estallido de la guerra en Gaza, el ministerio de exteriores ruso aseguró que la situación en Oriente Medio se debe a un "círculo vicioso", fruto del "crónico fracaso del cumplimiento de las resoluciones de la ONU y su Consejo de Seguridad". Además, el presidente Vladímir Putin ha pedido un cese de la violencia en el enclave y el Kremlin pide que se resuelva el conflicto por medios políticos diplomáticos y no por la fuerza.
Al otro lado del mundo, China e Israel empezaron establecer relaciones en 1992. Su contacto se ha ido entonces desarrollando progresivamente. Una diplomacia que culminó con la visita del presidente chino a Israel en el año 2000 y las visitas de tres presidentes israelíes a Pelín. El país chino también ha hecho siempre un llamamiento a la calma a todas las partes. Además, no considera a Hamás un grupo terrorista, sino que lo considera una organización de resistencia.