La Comisión Europea ha acusado este lunes a Meta de violar las reglas para mercados digitales por su modelo de publicidad «pago o consentimiento» que impone en plataformas como Instagram y Facebook, en donde impone a los usuarios deben consentir que la compañía combine sus datos personales si no aceptan pagar una cuota para acceder a una versión sin anuncios.
En concreto, Bruselas considera contrario a la normativa comunitaria que la compañía no permita a los usuarios optar por un servicio alternativo que utilice menos datos personales pero que por lo demás sea equivalente al servicio basado en «anuncios personalizados». También ve irregularidad en que no permita a los usuarios ejercer su derecho a consentir libremente la combinación de sus datos personales.
Con la comunicación de sus conclusiones preliminares, Bruselas da ahora espacio al gigante estadounidense para examinar los documentos de la acusación y aportar sus argumentos de defensa, antes de que los servicios comunitarios tomen una decisión definitiva a más tardar en marzo de 2025. Si el Ejecutivo comunitario concluye que Meta viola la normativa comunitaria podrá imponer a la compañía una multa de hasta el 10 % de su volumen de negocio mundial total; una sanción que podría elevarse hasta el 20 % en caso de reincidencia.
«La Ley sobre Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés) está aquí para devolver a los usuarios europeos el poder de decidir sobre sus datos. Meta ha obligado a millones de usuarios en toda la UE a una elección binaria: Pagar o Consentir; y en nuestra conclusión preliminar se trata de una infracción», ha indicado en un comunicado el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton.
La vicepresidenta del Ejecutivo comunitario encargada de Competencia, Margrethe Vestager, por su parte, ha puesto en valor que la investigación de sus servicios persigue «garantizar la competencia en mercados en donde los 'guardianes' como Meta han ido acumulando datos personales de millones de europeos durante años». La Comisión considera que la compañía debe ofrecer «alternativas equivalentes» que no sean de pago para los clientes que no acepten que sus datos personales en distintas plataformas sean combinados.