El expresidente de Bolivia Evo Morales ha denunciado este domingo que ha sido víctima de un intento de asesinato cuando el vehículo en el que circulaba recibió catorce disparos por parte de un grupo de «encapuchados» que asaltaron su convoy en el centro del país. El exmandatario ha responsabilizado al presidente Luis Arce del ataque. Morales se dirigía de Villa Tunari a Lauca Ñ. para participar en el programa cuando su coche comenzó a recibir varios disparos, algunos de los cuales impactaron en la luneta delantera.
En su relato, Morales identifica a dos vehículos, «aparentemente» modelo Toyota Tundra, de los que se bajaron «cuatro efectivos encapuchados y vestidos de negro con armas en la mano comenzaron a disparar». Con el vehículo de Morales ya en marcha, el expresidente, en el asiento delantero del copiloto, aparece en las imágenes hablando agitado por teléfono y denunciando que están siendo «perseguidos» antes de cortar la comunicación. Posteriormente y tras el incidente, Morales ha añadido que uno de sus conductores ha sufrido heridas en la cabeza y en el brazo pero «finalmente salvamos la vida».
El expresidente acusa de este «intento de asesinato» al que fuera su exministro de Economía y actual presidente del país, Luis Arce, con quien ha protagonizado numerosos encontronazos durante los últimos meses. «Lucho se volvió loco», aseguró. «El intento de asesinato perpetrado esta mañana consistió en un operativo combinado con las fuerzas militares y policiales que fracasó gracias a fuerza y organización de los compañeros y compañeras de los movimientos sociales», ha destacado en redes sociales.
Para Morales, el actual gobierno «perdió la legitimidad ante el pueblo boliviano por la ineficiencia y corrupción y al fracaso de la gestión económica». «Serán derrotados en todos los escenarios, porque nos acompaña un pueblo comprometido, organizado y movilizado, dispuesto a defender nuestra Revolución Democratica y Cultural», ha remachado.
AUTOATENTADO
En la primera reacción del Gobierno, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, ha asegurado que se pondrán en marcha las investigaciones correspondientes, aunque no descartó la posibilidad de que se trate de un autoatentado. «Como autoridades estamos en obligación de investigar cualquier denuncia, sea verdad o sea mentira. Considero que ya la población tiene un criterio formado sobre la posibilidad de un autoatentado», ha afirmado Ríos en declaraciones recogidas por el diario boliviano 'La Razón'.
Además, ha negado que haya ninguna orden de detención vigente contra Morales entre las especulaciones sobre los supuestos abusos sexuales que cometió siendo presidente. «La Policía Boliviana no ha recibido ninguna orden de aprehensión en contra del señor Evo Morales», ha recalcado.
Ríos ha rechazado también que el Gobierno vaya a declarar el estado de sitio como ha afirmado Morales. Se trata de «despropósitos señalados por el señor Morales», aunque al ser interrogado por una posible militarización, ha respondido que «no es oportuno hablar de aquello».
El viceministro ha afirmado por otra parte que la Policía está en condiciones de despejar las carreteras bloqueadas por el ala afín a Morales del partido Movimiento Al Socialismo (MAS) desde hace 14 días, la mayoría en Cochabamba. Más tarde, el presidente Luis Arce ha ordenado «una inmediata y minuciosa investigación» sobre el «presunto atentado» contra Morales. «Ante la denuncia del expresidente Evo Morales de un presunto atentado contra su vida, he instruido una inmediata y minuciosa investigación, para esclarecer este hecho», ha explicado Arce en su cuenta en X.
«El ejercicio de cualquier práctica violenta en la política debe ser condenada y esclarecida. No es con la búsqueda de muertos que se resuelven los problemas ni con especulaciones tendenciosas», ha añadido.
BOLIVIA NO ES SEGURA
Mientras, el exministro de la Presidencia de Morales, Juan Ramón Quintana, ha apelado a los movimientos sociales afines a proteger a Morales porque «Bolivia ya no es segura para él» y ha defendido abiertamente la necesidad de sacarlo del país. La oposición conservadora ha pedido por su parte al Gobierno que evite que Morales salga del país y ha recordado que está acusado de delitos de violación a menores o estupro, entre otros. «Si el gobierno no actúa y detiene a Evo Morales, se estaría convirtiendo en cómplice de este delincuente que debe estar tras las rejas», ha declarado el diputado de Creemos Walthy Éguëz, que cree que el incidente de los disparos está preparado y busca justificar su salida del país.
INTENTO DE ASALTO A UN CUARTEL
Más tarde se ha sabido que tras conocerse el ataque contra Morales, simpatizantes del expresidente han intentado tomar el cuartel de la 9ª División del Ejército, que se encuentra acantonada en el municipio de Chimoré. En un video difundido por la emisora Radio Kawsachun Coca se puede ver a varias personas intentando entrar en el cuartel e increpando a un militar que realizó un disparo disuasorio al aire. «Apártese», afirma el militar en el vídeo antes de disparar su fusil.
«Mátanos, aunque sea van a volar ustedes. No te tengo miedo. Hemos visto que han llegado los que han querido matar a Evo. Ahora van a ver», responde una mujer dirigiéndose al soldado. Más tarde, ha circulado una grabación en la que un militar de la 9ª División reconoce que las camionetas presutnamente utilizadas en el ataque contra Morales entraron en su base, en Villa Tunari, y que en ellas iban policías de civil que posteriormente partieron del lugar en un helicóptero.
«Son policías, nosotros no tenemos esas camionetas; en el cuartel no hay esas camionetas último modelo», ha explicado uno de los militares ante un grupo de seguidores de Morales. Posteriormente los simpatizantes de Morales se han llevado e incendiado los dos vehículos, que fueron entregados por los militares al verse rodeados por los activistas. El propio Morales ha difundido el vídeo en el que un militar identifica como policías a los pasajeros de las dos camionetas. «Si Luis Arce no dio la orden de este intento de asesinato debe destituir y procesar inmediatamente a Eduardo del Castillo y Edmundo Novillo, ministros de Gobierno y Defensa, junto a todos los policías que participaron», ha apelado.
DENUNCIA ANTE LA CIDH
Morales ha anunciado además que ha denunciado los hechos «de manera urgente» ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ante la secretaria ejecutiva de la CIDH, Tania Reneaum y ante el relator para Bolivia de la CIDH, José Luis Caballero Ochoa. «Agentes de élite del Estado Boliviano atentaron contra mi vida el día de hoy, mientras el Gobierno reactiva operaciones conjuntas entre fuerzas policiales, militares y paramilitares para dirigir la represión y atentar contra la vida de hermanas y hermanos en los puntos de bloqueo y protesta social», ha advertido.
«Pido que se active el Artículo 41 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos por el riesgo al derecho a la vida y que se haga una visita de trabajo con carácter de urgencia a nuestro páis», ha añadido. El exmandatario boliviano ha empleado su cuenta en X para dar visibilidad a los mensajes de solidaridad y condena de dirigentes latinoamericanos entre los que se encuentran la presidenta de Honduras, Xiomara Castro; el presidente de Colombia, Gustavo Petro; el ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, o la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner. Venezuela también ha condenado el «atentado» contra Morales.