El precio del oro ha establecido un nuevo récord histórico este martes, impulsado principalmente por las expectativas de una política monetaria más flexible por parte de la Reserva Federal estadounidense y la continua depreciación del dólar en los mercados internacionales. Los inversores se están posicionando estratégicamente ante la previsión de al menos dos recortes adicionales de los tipos de interés antes de que finalice el presente 2025, aunque las declaraciones cautelosas de varios responsables de la Fed han recordado al mercado que la inflación sigue siendo un factor limitante que modera las expectativas de una flexibilización agresiva.
Las próximas declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, junto con la publicación de los datos del PCE (índice de precios de consumo personal) del viernes pasado, se perfilan como elementos decisivos que marcarán la dirección del mercado a corto plazo. Paralelamente, los factores estructurales que sustentan la demanda del metal dorado continúan captando la atención de analistas e inversores. La semana pasada, los fondos cotizados (ETF) respaldados por oro atrajeron 35,5 toneladas, lo que ha reforzado el optimismo en el sector.
Un elemento particularmente relevante en este contexto es la información sobre las ambiciones de China para actuar como custodio de las reservas soberanas de oro extranjeras. Esta iniciativa subraya claramente la determinación de Pekín de expandir su influencia en el mercado aurífero global y reducir progresivamente su dependencia de los centros financieros occidentales, una estrategia que, combinada con las compras constantes del Banco Popular de China, pone de manifiesto la importancia creciente de la demanda de los bancos centrales como soporte fundamental a largo plazo.
El contexto actual de política monetaria a nivel mundial continúa siendo favorable para los activos como el oro. Se prevé que el Banco Nacional Suizo mantenga sus tipos de interés en el 0 % durante su reunión de esta semana, contribuyendo así a un entorno global de rendimientos moderados que beneficia particularmente a los activos que no generan rendimiento directo como es el caso del metal precioso.
La tendencia alcista del oro se ha consolidado durante los primeros meses de 2025, mostrando una resistencia notable frente a las fluctuaciones de otros mercados. Los analistas señalan que esta fortaleza responde a una combinación de factores tanto coyunturales como estructurales, entre los que destacan las políticas monetarias expansivas, la diversificación de reservas por parte de bancos centrales y la creciente demanda de activos considerados como refugio seguro ante la incertidumbre económica global.
Las fricciones geopolíticas continúan jugando un papel determinante en los flujos de capital hacia valores refugio como el oro. La persistente escalada de violencia en Gaza y las recientes incursiones rusas en regiones del Este de Europa amparadas por la protección internacional del paraguas de la OTAN están respaldando una estrategia defensiva por parte de muchos inversores que ven en el metal precioso una protección frente a la volatilidad de los mercados.
Expertos del sector financiero subrayan que estas tensiones, lejos de ser episodios aislados, forman parte de un reordenamiento geopolítico más amplio que podría extenderse durante años, lo que mantendría el interés por activos seguros. Las previsiones apuntan a que el oro podría mantener su tendencia alcista mientras persistan estos factores de incertidumbre en el panorama internacional. Por otro lado, el comportamiento de la inflación global funcionará como un catalizador adicional. Si la inflación muestra signos de persistencia más allá de lo previsto, podría moderar el ritmo de flexibilización monetaria, lo que tendría un impacto en las expectativas del mercado respecto al oro. Finalmente, la demanda institucional, especialmente por parte de bancos centrales de economías emergentes que buscan diversificar sus reservas, continuará siendo un factor de soporte estructural para el metal precioso en el medio y largo plazo.