En plena vorágine internacional por la detención por parte de Israel de la flotilla internacional con ayuda humanitaria que se dirigía hacia las costas de la Franja de Gaza, las cosas no mejoran en la capital del enclave palestino. Al contrario, el actual estado de las hostilidades y la ofensiva del ejército israelí en Ciudad de Gaza ha obligado al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a suspender de forma temporal las operaciones en su oficina de la urbe asediada por las tropas hebreas.
En las últimas horas el CICR se ha visto forzado a abandonar sus operaciones en Ciudad de Gaza debido a la intensificación de la ofensiva militar israelí en la zona, escasos días después de que Donald Trump pusiera encima de la mesa un plan de paz que todavía no ha sido respondido por parte de Hamás. En este contexto la organización humanitaria, presente durante décadas en la capital gazatí, ha confirmado este miércoles que ha tenido que trasladar a todo su personal hacia sus oficinas en el sur del enclave palestino para garantizar su seguridad mientras las tropas israelíes continúan su asedio a la ciudad.
Esta evacuación se produce en un momento de creciente tensión internacional tras la reciente detención por parte de Israel de una flotilla con ayuda humanitaria que intentaba alcanzar las costas de Gaza. El CICR ha denunciado que las decenas de miles de civiles que permanecen atrapados en Ciudad de Gaza enfrentan condiciones humanitarias «trágicas» y requieren asistencia urgente, mientras los combates imposibilitan la llegada de suministros básicos a la población.
«Hoy en Ciudad de Gaza las personas civiles mueren en ataques, o se ven desplazadas por la fuerza y obligadas a sobrellevar condiciones extremas», ha declarado el organismo internacional en un comunicado oficial. El personal médico y de emergencias, especialmente de la Media Luna Roja Palestina y Defensa Civil, continúa trabajando incansablemente, aunque con severas limitaciones en su movilidad y capacidad para alcanzar a quienes necesitan ayuda urgente.
Durante las dos últimas semanas previas a su retirada, el CICR logró entregar suministros médicos esenciales a los escasos hospitales y centros de salud que aún funcionan en la ciudad, los cuales han recibido una avalancha de pacientes con heridas por armas. Además, la organización había conseguido prestar asistencia a instalaciones de preparación de alimentos en 14 campamentos de desplazados, distribuyendo aproximadamente 45.000 hogazas de pan diarias.
«El CICR seguirá esforzándose por prestar asistencia a las personas civiles en Ciudad de Gaza, siempre que las circunstancias lo permitan, desde nuestras oficinas en Deir al-Balah y Rafah, que permanecen en pleno funcionamiento», ha explicado la organización. Entre otras actividades, continuarán donando insumos médicos a las pocas instalaciones sanitarias que siguen operativas y facilitarán, en la medida de lo posible, la circulación de los equipos de socorro en la zona. En Rafah, al sur del enclave palestino, el hospital de campaña de la Cruz Roja mantiene sus puertas abiertas para atender a los heridos que siguen llegando «a raudales», según confirma el comunicado. La organización humanitaria ha reiterado su «firme compromiso» de regresar a Ciudad de Gaza tan pronto como las condiciones de seguridad lo permitan.
Las responsabilidades según el derecho internacional humanitario
Ante los últimos acontecimientos el CICR ha hecho un llamamiento urgente al cese de las hostilidades, recordando que «todavía se pueden salvar vidas hoy mismo». La organización ha subrayado que, conforme al derecho internacional humanitario, la población civil debe ser protegida independientemente de si permanece o abandona Ciudad de Gaza.
El comunicado enfatiza que «Israel, como potencia ocupante, tiene la obligación de garantizar que se satisfagan las necesidades básicas» de la población gazatí. Además, insiste en que se debe respetar y proteger al personal sanitario, las unidades y medios de transporte médicos, así como al personal de defensa civil, permitiendo «el paso rápido y sin trabas de la asistencia humanitaria en toda la Franja de Gaza».
La situación en Gaza se ha deteriorado dramáticamente desde el inicio del conflicto en octubre de 2023. A lo largo de 2024, los intentos de alcanzar un alto el fuego permanente han fracasado repetidamente, y la crisis humanitaria ha ido empeorando con el paso de los meses, alcanzando en este 2025 niveles críticos que han llevado a numerosas organizaciones internacionales a denunciar la situación.
El trabajo del CICR en territorios en conflicto
El Comité Internacional de la Cruz Roja es una organización neutral, imparcial e independiente cuyo cometido humanitario está establecido en los Convenios de Ginebra de 1949. Su misión consiste en ayudar a las personas afectadas por conflictos armados y otras situaciones de violencia en todo el mundo, protegiendo su vida y dignidad, y aliviando su sufrimiento.
En Gaza, el CICR ha proporcionado también tanques de agua, servicios de transporte hídrico y apoyo en la reparación de infraestructuras de agua potable y aguas residuales junto a los prestadores locales. Este tipo de asistencia resulta vital en un contexto donde el acceso a servicios básicos se ha visto severamente comprometido por los bombardeos y el bloqueo.
Expertos en derecho internacional han señalado repetidamente que la situación en Gaza constituye una de las crisis humanitarias más graves de las últimas décadas. La ONU y diversas organizaciones humanitarias han alertado que la falta de acceso a alimentos, medicinas y servicios básicos está poniendo en peligro la supervivencia de cientos de miles de civiles palestinos. Los expertos en ayuda humanitaria coinciden en que sin un cese inmediato de las hostilidades, la situación seguirá deteriorándose con consecuencias catastróficas para la población civil.