Las ruedas son elemento principal de cualquier vehículo que está siempre en contacto con el asfalto. Por lo tanto, revisarlas y apostar por neumáticos de buena calidad es determinante para mantener la seguridad al volante (incluso en vehículos más pequeños como patinetes o bicicletas es importante que las ruedas estén siempre en perfectas condiciones).
Hay varios elementos que permiten descubrir cuál es el estado real de una goma, cuál es su fecha de fabricación o incluso qué especificaciones técnicas tiene, como la velocidad máxima que soporta o el índice de carga.
Por ejemplo, y tal como ha recordado desde Twitter la Guardia Civil, es importante fijarse en el número que determina la edad de nuestros neumáticos. Se trata de cuatro dígitos consecutivos que se refieren; los dos primeros a la semana del año en la que se fabricaron las gomas y los dos últimos, al año en cuestión. Así, si en una rueda está grabado el número 2208, eso significa que fue fabricada en la semana 22 del 2008.
Este código es conocido como DOT y no tiene nada que ver con la fecha de caducidad de las ruedas, ya que esta se deduce dependiendo de los kilómetros que haya recorrido el coche, del uso diario y del estado de la goma y el desgaste de la banda de rodadura. Se calcula que a partir de los 5 o 6 años se deben revisar los neumáticos independientemente del kilometraje que hayan soportado.
La compañía de mantenimiento de automóviles Midas explica que la fecha de fabricación del neumático no tiene nada que ver con la de caducidad siempre y cuando la rueda haya estado almacenada y guardada en las condiciones necesarias para mantener sus propiedades.
La vida útil de un neumático comienza cuando empieza a dársele uso, por lo que salvo excepciones o en los casos en los que el lapso de tiempo entre la fecha de fabricación y la de uso sea demasiado largo, este código no debería influir en la seguridad de las ruedas.