El artículo de esta semana corresponde a la prueba de la nueva Suzuki V-Strom 1050DE. Se trata de un modelo que dispone de un motor bicilíndrico en V de 1.037 cc y que se puso a la venta por primera vez en 2020, año en que sustituyó a la Suzuki V-Strom 1000. Cabe destacar que ahora se cumplen 30 años de la primera V-Strom, una efeméride que la marca celebra con la puesta a la venta de la 3ª generación de este modelo.
Este modelo de 2023, que hemos podido probar en profundidad, ofrece una serie de mejoras centradas en optimizar su funcionamiento.
Esta V-Strom 1050 DE (Dessert Expert) mejora su comportamiento en terrenos irregulares gracias a la adopción de un neumático delantero radial de 21», una mayor distancia entre ejes o un recorrido de suspensión más largo y una mayor distancia libre al suelo.
Esta última mejora hace que las personas que son de estatura media les cueste un poco llegar de forma cómoda al suelo.
La V-Strom 1050 DE también incorpora un basculante de aluminio más largo con mayor rigidez y una nueva cadena de transmisión más resistente, lo cual es necesario si se le quiere dar un uso más bien rural, que viene acompañado también por un protector del motor de aluminio.
En el propulsor bicilíndrico en V de 1.037 cm3 son nuevas las válvulas de escape huecas rellenas de sodio para reducir la temperatura en la cámara de combustión.
También se le ha añadido el Sistema de Control Electrónico del Acelerador (ride-by-wire), con el que el motor responde de forma más rápida en cualquier circunstancia, lo cual se agradece mucho.
Estéticamente, la moto no ha sufrido grandes cambios y sigui teniendo este encanto de ser una off-road con muchas de las comodidades de una moto de carretera. El asiento de serie es un poco duro, pero se le puede poner uno con mayor mullido para poder hacer viajes más largos sin problemas.
Ya hemos comentado un poco sobre la nueva suspensión, que cumple perfectamente en cualquier terreno. La delantera, que ya hemos dicho que tiene un mayor recorrido, cumple en todos los terrenos, incluso para ir por terrenos difícilmente practicables, sin llegar a ser, evidentemente, una moto de Trail, pero tampoco es su cometido.
La suspensión trasera cumple perfectamente también, ya que no rebota y es perfecta para manejarse en cualquier terreno.
El motor no varía en exceso y se caracteriza por ser bastante plano, con buena entrega de potencia y una buena recuperación. De hecho, la aceleración és más que correcta en cualquier circunstancia. Los 106 CV de los que dispone son más que suficientes para disfrutar de la moto en carretera.
El propulsor tiene también una buena retención con lo que se pueden hacer bajadas para poder circular por terrenos inestables y con piedras con seguridad y comodidad.
Además de los modos de conducción que llevaba, se le ha añadido uno nuevo denominado Grava (G) situado en el sistema de control de tracción de Suzuki.
Es una moto que vibra ahora menos que la versión anterior, lo cual se agradece también para poder hacer más kilómetros sin cansarse en exceso.
El marcador es una pantalla TFT a color de 5 pulgadas es fácil de leer y fácil de manejar en marcha gracias a la disposición de los mandos en el manillar.
Equipa un actualizado sistema de control de crucero con un abanico más amplio de ajustes de velocidad y marcha. La cúpula es regulable en altura con herramientas, lo cual dificulta un poco que se pueda cambiar con rapidez.
Podéis ver y probar este modelo en el concesionario Suzuki Tecnicars, situado en el número 11 de Gran Vía Asima en el Polígon de Son Castelló.