El régimen comunista de Pyongyang decidió ayer romper todas sus relaciones con Seúl y lo amenazó con posibles "medidas militares", en plena escalada de tensión en la inestable península coreana.
Los duros intercambios verbales entre un aislado régimen comunista con poder nuclear y un destacado aliado de EEUU se producen a raíz de que una investigación determinase el pasado jueves en Seúl la implicación norcoreana en el hundimiento de un navío surcoreano, que en marzo causó 46 muertos.
Después de que el lunes el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, anunciase la suspensión del comercio intercoreano y su intención de llevar ante la ONU el hundimiento de la corbeta "Cheonan", Corea del Norte redobló ayer sus amenazas a su vecino.
Además de poner en alerta a su Ejército, Pyongyang calificó de "farsa" la investigación de ese hundimiento -ha negado en todo momento su responsabilidad-, amenazó con "medidas militares" a Seúl y anunció que las relaciones intercoreanas están congeladas.
En un comunicado del norcoreano Comité para la Reunificación Pacífica de Corea recogido por la agencia oficial KCNA, el régimen comunista afirmó que no retomará el diálogo intercoreano durante el mandato de Lee como presidente de Corea del Sur.
"Declaramos formalmente que, desde ahora, pondremos en marcha medidas resolutivas para congelar las relaciones intercoreanas", indicó ese órgano norcoreano, según la agencia surcoreana Yonhap.
Anunció además que prohibirá el paso de barcos y aviones surcoreanos a través de su espacio territorial, paralizará la cooperación intercoreana y expulsará al personal de Corea del Sur de su complejo industrial de Kaesong, durante años un símbolo de la futura reunificación de las dos Coreas.
La corbeta surcoreana "Cheonan" se hundió el 26 de marzo en el Mar Amarillo (Mar Occidental) a causa de una explosión provocada por un torpedo norcoreano, según una investigación internacional divulgada este jueves en Seúl que Pyonyang no acepta.
Tras este suceso, Corea del Sur ha vuelto a considerar al Norte como su "principal enemigo", término que no acuñaba desde 2004, mientras Pyongyang amenaza con una respuesta militar.
En otro comunicado difundido por la agencia oficial norcoreana KCNA, Pyongyang aseguró que "docenas de buques de guerra" surcoreanos entraron en sus aguas territoriales entre el 14 y 24 de mayo y avisó de "medidas militares" si esas violaciones continúan.