La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, dio su opinión ayer sobre la prohibición del 'burka' en las calles, asegurando que "una prohibición general" sólo supondría "añadir más penalización" a las mujeres que lo visten y que, a su juicio, ya "son víctimas" del 'burka'. Mientras, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, reprochó al PP, impulsor de la iniciativa parlamentaria, de "avivar y crear un problema donde no lo hay".
En un acto de presentación de la web de ayuda contra la violencia de género, Aído ha pedido "sosiego y tranquilidad" a la hora de debatir este tema "tan complejo". "El hecho de que se aborde desde la improvisación y la demagogia, no lleva a ninguna parte, todo lo contrario, puede generar más problemas que los que se pretende solucionar", ha apuntado.
En este sentido, ha querido puntualizar que "actualmente los conflictos que se puedan presentar por el uso del 'burka' tienen respuesta en el ordenamiento jurídico" español y en caso de necesitar una aplicación "para posibles nuevos conflictos", ésta "debería realizarse en un clima de sosiego".
En cuanto a los planes del Gobierno sobre este tema, la titular de Igualdad ha explicado que el "objetivo no es sólo que los 'burka' desaparezcan de las calles, sino que las mujeres no tengan que llevarlo en la vida pública ni en la privada, y para conseguirlo hay que hacer un trabajo serio contando con las comunidades musulmanas desde la educación y la formación para que prevalezca el respeto a los derechos de la mujeres".
Por su parte, Caamaño anunció que el Gobierno estudiará la moción del Senado que pide al Ejecutivo prohibir el uso del burka en el espacio público, aunque cree que, en los términos en los que está redactada, el actual ordenamiento jurídico ya da una "respuesta suficiente". "En los términos en los que lo ha redactado el Senado, creo que ya hay una respuesta legislativa suficiente en nuestro ordenamiento jurídico,", señaló.