El número de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE) aprobados por las autoridades laborales se redujo a más de la mitad en los cinco primeros meses de este año en comparación con igual periodo de 2009, y los expedientes autorizados bajaron un 13,9 por ciento, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración. En concreto, 112.834 trabajadores se vieron afectados por un ERE hasta mayo, frente a los 267.499 de igual periodo de 2009, lo que, en términos relativos, implica un descenso del 57,8 por ciento, después de haber estado el año pasado subiendo a tasas de hasta cuatro dígitos.
El número de ERE autorizados descendió a 7.253 en los cinco primeros meses, con una caída del 13,9 por ciento respecto a igual periodo de 2009. De ellos, 6.534 fueron pactados con los representantes de los trabajadores y 719 no pactados, afectando, respectivamente, a 18.844 y 15.271 trabajadores.
Del total de expedientes autorizados hasta mayo, un total de 3.172 se encuadran en la industria, con un descenso interanual del 31,6 por ciento, mientras que 2.626 lo hacen en los servicios (-3,9 por ciento), 1.044 en la construcción (+56 por ciento) y 411 en la agricultura (+8,4 por ciento). En total, 59.429 empleados de la industria se vieron inmersos en un ERE hasta mayo pasado, un 68,5 por ciento menos, frente a los 17.185 de los servicios (-46,6 por ciento), los 6.681 de la construcción (-71 por ciento) y los 2.782 de la agricultura (-12,2 por ciento).
De enero a mayo, el número de expedientes de extinción de empleo (despidos colectivos) autorizados por las autoridades laborales descendió un 25,9 por ciento en tasa interanual, con 1.459 procesos. Estos expedientes significaron el despido de 21.872 trabajadores, frente a los 30.116 del mismo periodo de 2009.
Por su parte, los ERE de suspensión temporal de empleo alcanzaron los 4.984 en los cinco primeros meses, un 11,4 por ciento menos, mientras que el número de afectados por estos expedientes se redujo un 62,2 por ciento, con 86.077 trabajadores.
Capítulo aparte merecen los ERE de reducción de jornada, un instrumento que permite combinar la reducción de jornada con el cobro de la prestación por desempleo, y que da derecho además a una bonificación del 50 por ciento en las cuotas empresariales a la Seguridad Social por contingencias comunes, siempre que la empresa se comprometa a mantener en el empleo a los trabajadores afectados durante al menos el año posterior a la finalización de la reducción de jornada autorizada.
Este tipo de ERE no se utiliza demasiado en España, como demuestran los datos que maneja el Ministerio de Trabajo, aunque el Gobierno, adaptando el modelo alemán, ha querido potenciarlo en la reforma laboral aprobada vía decreto como alternativa al despido.