El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, avanzó ayer que los presupuestos del año próximo serán restrictivos y austeros, ha anunciado nuevas reformas, como la de las políticas activas de empleo, y ha asegurado que será tenaz y valiente convencido de que el Gobierno está en el buen camino.
"Estamos en la dirección adecuada y sólo hace falta cumplir, cumplir y cumplir con las reformas", ha subrayado Zapatero en la rueda de prensa organizada para hacer balance del primer semestre del año, un periodo "con serias dificultades" del que ha destacado la "intensa" actividad del Gobierno con reformas "decisivas", como la laboral o la del sistema financiero.
Buena parte de la larga rueda de prensa ha estado centrada en defender precisamente la reforma laboral -"decisiva para evitar despidos", ha insistido-, agradecer la colaboración de quienes prestan apoyo al Gobierno y garantizar que la prioridad será la lucha contra el paro.
En este contexto, ha anunciado que en otoño presentará una profunda reforma de las políticas activas de empleo que tendrá como objetivo modernizar los servicios públicos para apoyar de forma directa a cada parado a encontrar un puesto de trabajo, la "gran asignatura pendiente" de la economía española.
A pesar de que ha reconocido que la tasa de paro es "inasumiblemente alta" y que el buen dato de los más de 80.000 empleos creados en el segundo trimestre es "una gota de agua", ha confiado en que esa tendencia se consolide lentamente y se fortalezca a final de año y en 2011.
En agosto, ha anunciado, se prorrogará por otros seis meses la ayuda de 426 euros para los parados que han agotado la cobertura por desempleo.
En todo momento ha apostado por la prudencia y la cautela, pero ha mostrado su confianza en la fortaleza de la economía.