El líder de CiU, Artur Mas, ha enarbolado la bandera del "derecho a decidir" de Cataluña en su primer discurso de investidura como presidente de la Generalitat. Desde la tribuna del Parlamento, defendió ayer el inicio de una "transición nacional" y planteó que Cataluña actúe a nivel de políticas culturales como si fuera un Estado. Asimismo, el futuro presidente ha fijado alcanzar un nuevo modelo de financiación para la comunidad como el "gran reto" para los próximos años, para lo que ha pedido la implicación de todos los partidos y ciudadanos. Según ha concretado Mas, la crisis es la otra gran apuesta y debe superarse en colaboración con los agentes socioeconómicos, por lo que se ha comprometido a no subir los impuestos y a una austeridad en el gasto. Además, ha recalcado que en su forma de gobernar no habrá espacio para el "espíritu de venganza" tras los siete años que CiU ha estado en la oposición.
El futuro presidente de la Generalitat ha abierto su discurso de investidura apelando al consenso, recalcando que su mandato no se caracterizará por un "espíritu de venganza" hacia PSC, ERC e ICV-AUiA, tras los 7 años que CiU ha estado en la oposición pese haber ganado las elecciones de 2003 y 2006. Pero el tema principal de su discurso ha sido otro pues, desde la tribuna del Parlamento, Mas ha defendido el inicio de una segunda transición, una "transición nacional", articulada en el derecho a decidir. Así, ha planteado que Cataluña actúe a nivel de políticas culturales como si fuera un Estado.
Dice que España ha demostrado que quiere seguir siendo "una sola nación con un solo Estado", y cree que no parece tener intención de cambiar de actitud. Por ello, Mas ha emplazado al resto de España a entender también que Cataluña "no decaerá" en la defensa de su autogobierno y de sus libertades, por lo que ha llamado a los catalanes hacia un nuevo camino. Así, ha defendido las raíces democráticas del derecho a decidir, por lo que ha cuestionado que "ningún demócrata" pueda oponerse.
La defensa del concierto y su apuesta por el derecho a decidir dificultan que el PP pueda facilitar su investidura absteniéndose en la segunda vuelta, puesto que su líder, Alicia Sánchez-Camacho, le había exigido aparcar el discurso identitario. El PSC también ha rechazado la tesis de que Cataluña esté en una segunda transición.
Sobre la senda que tomará ha dado pistas: asumir la gestión del Aeropuerto de El Prat y de los puertos de Barcelona y Tarragona--, un nuevo modelo de financiación y reformar la Ley de Consultas aprobada por el tripartito, que establece que es el Gobierno central quien debe autorizar las consultas, obligación que establece la Constitución en su artículo 92.
Mas ha fijado, además, alcanzar un nuevo modelo de financiación para Cataluña como "el gran reto" para los próximos años, para lo que ha pedido la implicación de todos los partidos, los agentes sociales, la sociedad y de los ciudadanos. Según ha desgranado Mas, para lograr esta nueva financiación cercana al concierto económico hay que conseguir un amplio consenso en Cataluña que permita plantear la propuesta de forma unitaria tras las elecciones de 2012 y si es necesario, "condicionar la política de estabilidad y gobernabilidad en Madrid a la consecución del pacto fiscal".