Las negociaciones entre el Gobierno y los agentes sociales para buscar un pacto global más allá de las pensiones se tensaron ayer al vincular un posible acuerdo global con el futuro de las centrales nucleares, una opción que el Ejecutivo contempla pero que los sindicatos rechazan.
Los sindicatos niegan además haber cedido en la pretensión del Ejecutivo de elevar la edad de jubilación a los 67 años, a pesar de que fuentes gubernamentales aseguraban ayer que ya no supone un escollo en la negociación.
Fuentes del Ejecutivo aseguraron ayer que el Gobierno está dispuesto a prorrogar la vida útil de las nucleares, incluida Garoña, a cambio del citado pacto global.
La idea, según aseguraron CCOO y UGT, no tiene el más mínimo fundamento, e incluso señalaron que cuando se ha hablado de ampliar las negociaciones a cuestiones como la industria o la energía no se ha entrado en detalle "y mucho menos" sobre el futuro de las centrales nucleares.
"Si dijimos que no estamos dispuestos a cambiar cromos" en la negociación de las pensiones, en alusión a la posibilidad de un acuerdo a cambio de poner más requisitos al despido colectivo por pérdidas económicas que incluye la reforma laboral, "mucho menos lo estamos en esta ocasión", señaló Fernando Lezcano, portavoz de CCOO.
Lezcano insistió en que la negociación de las pensiones tiene entidad por sí misma y para los sindicatos "no es objeto de cambalaches", una afirmación que suscribe UGT según fuentes de este sindicato. Además, ambas organizaciones negaron, como se apuntó desde el Gobierno, que hayan cedido en la cuestión del retraso de la jubilación a los 67 años, contra la que precisamente ayer llevaron a cabo concentraciones en las sedes de la Seguridad Social de toda España.
Sin embargo, las fuentes gubernamentales apuntaron que en las negociaciones de ayer las partes también están tratando los requisitos que deberían cumplir los trabajadores para jubilarse con la pensión a los 65 años; el Gobierno ha propuesto 41 años cotizados y los sindicatos piden rebajar esa cifra.