Los socialistas avisaron ayer al líder del PP, Mariano Rajoy, de que deberá exigir la dimisión del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, imputado en la 'causa de los trajes'. La formación solicita al mandatario 'popular' que siga la estela que el PSOE ha establecido al reclamar la marcha del senador socialista Casimiro Curbelo, acusado de atentado a la autoridad, que ya ha abandonado su escaño. Mientras, tanto Rajoy como la secretaria del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, evitaron ayer otra vez hablar sobre la situación procesal del dirigente del PPCV.
Antes de que el senador socialista Curbelo dejara ayer tarde su escaño en la Cámara Alta, ya se había pronunciado la directora del comité electoral del PSOE, Elena Valenciano. Ésta aseguró que el partido estaba "esperando" su dimisión ante lo acontecido en la madrugada del pasado jueves, cuando Curbelo fue detenido en Madrid tras ser expulsado de una sauna e insultar a los policías.
"Una vez que dimita adoptaremos las decisiones que sean oportunas, la actitud del senador es absolutamente incompatible con su cargo de senador y también con su pertenencia al partido", manifestó. Junto a ella, también pidieron la dimisión de Curbelo el portavoz del Gobierno, José Blanco, y el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono.
"Nosotros no tenemos ningún empacho en condenar la actitud del senador Curbelo, todo lo contrario, creemos que hace daño al PSOE", dijo la dirigente socialista para recalcar que le gustaría "escuchar algo parecido en las filas del PP respecto a algo que sí que es grave", el juicio a un presidente autonómico al que, sin embargo, desde el PP sólo se escuchan "apoyos".
Horas después de estas declaraciones, Curbelo comunicó a la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE su dimisión. Según explica el PSOE en una nota, el senador le trasladó su "firme decisión de renunciar, con carácter inmediato, a su escaño como senador por La Gomera". En ella aseguró que "se trata de una decisión personal" y que renuncia porque quiere demostrar su "inocencia".
El hasta ahora senador mantuvo que "se trata de una decisión sensata, tomada tras una profunda reflexión y que busca el mejor camino para que se esclarezcan los hechos y se conozca toda la verdad de lo que ocurrió aquella noche". También lamentó que no se le haya concedido la presunción de inocencia a la que tiene derecho todo ciudadano. "No quiero lamentarme por ello, sólo deseo poder defender libremente mi inocencia y la de mi hijo", indicó.
Ante las declaraciones del PSOE, tanto Rajoy como Cospedal siguieron ayer callando sobre la situación procesal del presidente de la Generalitat valenciana, de la que han evitado pronunciarse desde que el pasado viernes se conociera que éste se sentará en el banquillo por la 'causa de los trajes'.
El líder nacional del PP no quiso hablar, por segundo día consecutivo, sobre la situación de Camps y centró su comparecencia pública en realizar propuestas para los gobiernos locales y en reivindicar la creación de empleo como eje de su programa electoral. Tampoco Cospedal quiso hablar del tema.