El secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, ha afirmado que está preocupado por la posibilidad de que estalle una guerra civil en Siria que afecte a los Estados vecinos.
"Sí, temo una guerra civil y los eventos que estamos viendo y escuchando en estos momentos podrían llevar a una", ha dicho Elaraby, cuya organización tiene desplegados observadores en el país árabe para comprobar el cumplimiento del acuerdo alcanzado con Damasco.
"Cualquier problema en Siria tendrá consecuencias en los Estados vecinos", ha señalado durante una entrevista con el canal de televisión egipcio Al Hayat.
La misión de observadores de la Liga intenta mantener su credibilidad en el país después de que dos miembros de la delegación hayan abandonado el país aduciendo que el Ejecutivo sirio está utilizando la misión de la Liga Árabe "para hacer propaganda".
Sin embargo, el jefe de la misión de observación, Mohamad al Dabi, ha tachado de completamente falsas las denuncias formuladas por el observador argelino Anwar Malek, quien ha abandonado la misión y denunciado que se estaba favoreciendo con su presencia el que el Gobierno sirio siguiera reprimiendo a los manifestantes.
En un comunicado, Al Dabi ha denunciado que desde que fue designado miembro del equipo de observadores enviados a Homs, Malek no había abandonado el hotel durante seis días y no había participado en las visitas de campo realizadas, argumentando que estaba enfermo.
En este sentido, Elaraby ha descrito los informes que ha facilitado Al Dabi como "preocupantes", aunque ha matizado que "no hay duda de que el número de muertos ha disminuido con la presencia de la misión de observación". La misión presentará sus descubrimientos a los ministros de Exteriores de los países miembro de la Liga entre el 19 y el 20 de enero. No está claro qué más puede hacer la organización panárabe si, como se espera, el informe señala que Siria no ha cumplido con todas sus promesas.