La tercera jornada de protestas en Afganistán por la profanación del Corán en una base de la OTAN dejó ayer ocho nuevos muertos, entre ellos dos militares aliados, con lo que ya son 16 los fallecidos por los disturbios este país.
Las manifestaciones -que se extendieron ayer al sur, el norte y el este- congregaron a miles de personas y dejaron una treintena de heridos, entre ellos dos militares de la misión internacional y más de un decena de miembros de las fuerzas de seguridad afganas. En la provincia oriental de Nangarhar, soldados de la Alianza Atlántica dispararon contra un grupo de personas que intentaba asaltar un complejo militar en el distrito de Khogayani.
Uno de los soldados afganos situados para proteger la base, ubicada a unos cien kilómetros de Kabul, volvió su arma contra los militares extranjeros y acabó con la vida de dos de ellos, según dijo a Efe el responsable policial del distrito, Mohamed Hassan.
"El agresor huyó y se ocultó entre la multitud, de forma que pudo escapar de los disparos de los soldados de la OTAN, que mataron en cambio a dos manifestantes e hirieron a otros siete", relató Hassan.
La Alianza informó de que un hombre vestido con uniforme del Ejército afgano mató "en el este del país" a dos soldados de la misión de la OTAN en Afganistán, aunque rehusó confirmar si el incidente estaba relacionado con las protestas.
En un comunicado emitido el miércoles, los insurgentes talibanes pidieron a los miembros de la Policía y el Ejército afganos que disparen contra las tropas internacionales como "venganza" por los "años de pena" causados a la "nación inocente".
En la provincia meridional de Uruzgán, tres personas murieron y cerca de veinte resultaron heridas, entre ellas once soldados afganos, en dos protestas que reunieron a unas 2.000 personas en los distritos de Dihrawud y Tirin Kot.
Los enfrentamientos más violentos se produjeron en Dihrawud, donde los manifestantes apedrearon a las fuerzas de seguridad, que respondieron con disparos y mataron a tres personas e hirieron a seis más, según el subjefe provincia de Policía, Gul Wardak.