El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, admitió ayer que la corrección de las cuentas públicas tendrá un "costo" en términos de crecimiento en el corto plazo, al tiempo que ha asegurado que ha decidido aceptar la cifra del 5,3 por ciento en el déficit impuesta por Bruselas para mantener el "consenso" con los socios europeos. Respecto al cumplimiento de esta exigencia, el jefe del Ejecutivo ha eludido concretar si subirá los impuestos para poder conseguirlo.
Así lo manifestó Rajoy durante el Pleno del Congreso sobre el último Consejo Europeo, donde los grupos de la oposición criticaron al presidente por anunciar un objetivo de déficit para este año que después ha tenido que ser corregido, en concreto, de un 5,8 por ciento a un 5,3 por ciento.
Ante esta acusación, Rajoy aseguró que optó por el que consideró "el mejor procedimiento" para conseguir que Bruselas aceptara una cifra de déficit público superior al 4,4 por ciento que marcaba el anterior programa de estabilidad.
El presidente aseguró que España ha llegado a esta situación por no cumplir en el pasado, ya que lo más grave que le ha ocurrido al país ha sido incumplir los objetivos defendidos como posibles en Bruselas. "Que no les quepa la menor duda", señaló, tras recordar la sorpresa de la Comisión cuando el PP llegó al poder y dijo que el déficit superaría el 8 por ciento.
"Sin ánimo de mirar atrás ni reprochar nada a nadie, eso nos ha hecho mucho daño", afirmó el jefe del Ejecutivo, que admitió que esta situación le ha obligado a dar "muchísimas explicaciones" y que no ha sido fácil conseguir que Bruselas ampliara el margen. "Algunos se creerán que es muy fácil, pero no", indicó.
A pesar de las peticiones de los portavoces, Rajoy no quiso decir cómo llevará a cabo el recorte adicional que exige la nueva cifra de Bruselas (unos 5.000 millones), y aseguró que los detalles se conocerán cuando el Consejo de Ministros apruebe el Presupuesto para el año 2012. "En su momento, como lo hace todo el mundo. No me parece justo que se me planteen cosas que no se le plantean a nadie", señaló, eludiendo así concretar si subirá los impuestos para lograr el objetivo marcado por Europa.
En cualquier caso, Rajoy reiteró que lo "primero es hacer los deberes" y corregir los errores de otros años. "Ha habido pasividad, a veces arrogancia, exceso de presunción y convicción de que se podía gastar en exceso", aseguró, tras resaltar la importancia de cumplir con la austeridad.